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Lunes 29/04/2024
 

Almería

La lluvia, de nuevo, protagonista del Lunes Santo

La Hermandad de Pasión tuvo que volver a su parroquia y el Gran Poder pudo llegar hasta la Catedral de Almería.

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Tras una jornada dificil de Domigno de Ramos en la que la lluvia hizo acto de presencia alterando considerablemente el transcurrir de las cofradías por las calles de Almería, el Lunes Santo no fue menos. Las previsiones iniciales incidian en que solo llovería a partir de las doce de la noche. Esto hizo que la Hermandad de Pasión, primera hermandad que abría sus puertas, lo hiciera a la hora prevista, las seis de la tarde. 

Todo parecía normal. El barrio de Oliveros estaba repleto de público, la Hermandad avanzaba en su recorrido hacia la carrera oficial cuando, estando el Señor de Salud y Pasión ya por la Rambla de Almería y la Virgen de los Desamparados por la calle Artés de Arcos, la nube que ocupaba el cielo de Almería empezaba a descargar agua, ligera pero la suficiente para que el nerviosismo se palpara y muchos paraguas comenzaran a abrirse. Así, la Hermandad decide rapidamente que se vuelve a su templo, diviendo el cortejo bajando el tramo de la Virgen por la Rambla (sentido ascendente) y el del Señor también por la Rambla (sentido descendente). 

Las comunicaciones con los aeropuertos no ayudaban. Las indicaciones eran que en los radares no aparecía ni siquiera la presencia de lluvia. Esto quería decir que la nube estaba soltando muy poca agua, pero que podría seguir haciéndolo de forma puntual sin que pudieran asegurar la cantidad. A pesar de ello, tras un pequeño parón en la Plaza Circular, la Hermandad intenta subir el paseo para dirigirse a General Tamayo y continuar desde ahí su Estación de Penitencia, pero en la bocacalle de General Tamayo otra pequeña descarga de agua hizo que la Hermandad terminara por decidir que se volvían definitivamente a Santa Teresa. 

Así, el tramo de la Virgen se dirigió directamente haci allí adentrandose en primer lugar en su templo y tras él lo haría la cruz guía y el Señor de Salud y Pasión que se despedía así de la jornada. A esa hora de la noche, aproximadamente sobre las ocho y media, las noticias corrían en esta ocasión desde el barrio del Zapillo. La Hermandad del Gran poder también había iniciado su Estación de Penitencia tras una primera prórroga antes de salir. Pero esa misma nube que había afectado a Pasión les hizo volver sobre sus pasos para finalmente decidir que saldrían a las calles. Cabe recordar que la Hermandad se encontraba celebrando el trigésimo aniversario de la bendición del Señor del Gran Poder y tenían preparado un acontecimiento histórico para la ocasión con el acompañamiento musical, por primera vez en esos treinta años, de una banda (en concreto la banda de Cornetas y Tambores Santa Cruz de Almeria). 

Y ese acontecimiento se produjo cuando a las diez de la noche, la hora prevista de entrada en Carrera Oficial, la Hermandad pedía la venía en el Paseo de Almería. Esto significa entre otras cosas que la Hermandad consiguió recortar pacticamente la hora y media que las dudas meteorológicas provocaron al incicio de su procesión. Así, la banda de Santa Cruz se incorporaba al cortejo y se comenzaba a escribir una nueva página en la historia de la Semana Santa de Almería a golpe de tambor sordo y un recogimiento que no se sobresaltó en ningún momento. 

El Señor del Gran Poder recorría la Carrera Oficial ante unas calles repletas de cofrades que se habían agrupado entorno a la única imagen que quedaba en Almería. Pero esos primeros pronósticos de una lluvia intensa a partir de las doce se hicieron finalmente realidad por lo que la hermandad acabó resguardándose precisamente en Santa Teresa, junto a las hermandades de Pasión y Caridad, regalando a Almería otra estampa histórica.

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