Tras anunciar la confirmación de la subida del IBI un 0,2% aproximadamente, lo que supondrá unos 72€ más al año para los ciudadanos, por el momento, el equipo de gobierno no prevé aumentar otros impuestos y "esta es la única subida" contemplada, aunque Martínez Labella ha reconocido que sigue en estudio lo que ocurrirá con la factura del agua una vez que se ha puesto en marcha la infraestructura necesaria para abastecerse de agua desalada en la ciudad.
"Lo caro es no tener agua", ha insistido a la hora de separar un posible incremento de la factura del agua no subvencionada derivada de una nueva infraestructura de una subida de impuestos, toda vez que ha recordado que dar garantías al abastecimiento implicaba necesariamente para la capital almeriense el uso de una desaladora, que lleva aparejados costes energéticos.
Bien es cierto, que en el día de ayer, la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Almería, Adriana Valverde, pedía "la verdad y máxima transparencia" en relación a la "subida" del precio de la factura del agua a los hogares almerienses ya que aseguraba que el equipo de gobierno del PP "conocen desde hace mucho tiempo que esta situación se iba a producir y la han estado ocultando por motivos puramente electoralistas". Añadía que desde el PSOE llevan "años alertando de que el precio del agua iba a aumentar irremediablemente con la puesta en marcha de nuevos bastidores", a la vez que criticaba que "los responsables del PP siempre lo han estado negado de todas las formas posibles porque nos encontrábamos en periodo preelectoral".
De hecho, la portavoz afirmaba que según las previsiones del PSOE, "la subida será superior al 30 por ciento, porque en 2020 la puesta en marcha de tres bastidores supuso un 15 por ciento y en la actualidad los costes energéticos son más elevados que en esa fecha".
El propio parlamentario andaluz del POSE Almería, añadía en este sentido que el gobierno municipal y Juanma Moreno "han empezado la casa por el tejado, inaugurando unas conexiones que había que hacer, pero antes o a la vez había que dotar a la desaladora de una toma directa para evitar la salinización de los pozos de los agricultores y mejorar la eficiencia energética y tecnológica de la planta de titularidad municipal para abaratar los costes de producción".