La
tranquilidad del barrio de San Luis en Almería se vio abruptamente interrumpida la noche del pasado martes, cuando
un aviso de bomba en la sede de los Testigos de Jehová desató un amplio operativo policial. La Policía Nacional, alertada por una
nota manuscrita con faltas de ortografía, evacuó de inmediato el local situado en la calle Margarita, número 2, conocido como el "salón del reino" de este grupo religioso.
Los vecinos del área presenciaron la llegada de
varias unidades de la Policía Nacional, quienes instaron a los residentes a permanecer en sus hogares y evitar asomarse a los balcones. El epicentro de este alboroto fue una amenaza de bomba, como confirmaron fuentes policiales a La Voz de Almería, indicando que el artefacto explosivo supuestamente se encontraba en el techo del lugar de culto.
En respuesta, se activó un
dispositivo especial con la intervención de los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX), que durante dos horas buscaron minuciosamente el supuesto artefacto. Finalmente, la Policía Nacional descartó la presencia de cualquier bomba, permitiendo que la normalidad regresara tanto al local de los Testigos de Jehová como a las calles circundantes.
Este incidente, que coincidió con una de las reuniones semanales de la congregación Almería - Mediterráneo, ahora es objeto de una
investigación abierta por la Policía Nacional, enfocada en identificar al autor del falso aviso.
La situación adquiere mayor relevancia debido a una
reciente polémica involucrando a los Testigos de Jehová, tras una sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Torrejón de Ardoz (Madrid). Esta sentencia califica a la confesión como "secta destructiva", algo que ha causado consternación y perplejidad entre los miembros del culto, quienes han anunciado su intención de recurrir. Hasta el momento, no se ha establecido una conexión directa entre esta controversia y el falso aviso de bomba.