Los vecinos de El Toyo continúan en estado de "estupefacción" tras el anuncio inesperado del festival Dreambeach en su localidad. Esta noticia, revelada en diciembre, ha generado inquietud y demandas por parte de los residentes, quienes solicitan una reunión con la alcaldesa y buscan evitar la realización del evento en su área.
Para manifestar su descontento, un grupo de aproximadamente 30 vecinos se concentró en el Paseo Marítimo de Retamar, aprovechando la afluencia por la Romería de la Virgen del Mar. Durante esta acción, informaron a otros ciudadanos y recolectaron firmas. Jesús María Rama, residente de El Toyo, señaló a La Voz de Almería: "Hemos duplicado las que teníamos ya; teníamos unas 300 y nos hemos sorprendido, porque pensábamos que muchos vecinos eran reacios y al contrario". Actualmente cuentan con más de 500 firmas, enfatizando que son de residentes afectados.
Sin embargo, los vecinos destacan que, a pesar de sus esfuerzos, aún no han logrado resolver sus dudas ni concretar una reunión con la alcaldesa, María del Mar Vázquez. "No nos respondió a ninguna pregunta", se queja Rama sobre una reunión con el concejal de Cultura, Diego Cruz. La preocupación crece ante la falta de información y la sensación de que se están alargando los plazos para evitar que la oposición vecinal detenga el festival. "Estamos empezando a percibir que quieren parar a los vecinos en lugar de escucharnos", afirman, determinados a continuar su lucha.
La inquietud medioambiental es otra gran preocupación. Los vecinos, colaborando con grupos ecologistas y biólogos, están evaluando el posible impacto medioambiental del Dreambeach, dada su proximidad al Parque Natural Cabo de Gata. Jesús María Rama expresa su sorpresa: "Vivimos a las puertas del Parque Natural Cabo de Gata... no sabemos en tres o cuatro días el daño ecológico y medioambiental que puede hacer eso".
Además, critican la falta de transparencia del Ayuntamiento, destacando que muchos desconocían la cercanía del festival a Villa Mediterráneo. "El Ayuntamiento no nos ha dado información ninguna", recalca Rama. Los vecinos subrayan que el evento se realizaría a tan solo 50 metros de las viviendas más cercanas, sin que exista un estudio medioambiental o acceso al convenio firmado con la promotora del festival, lo que plantea dudas sobre su legalidad.
