Los acusados de integrar una organización criminal para efectuar una operación de robo de cáñamo industrial en un invernadero situado en el barrio de La Cañada, en Almería, en septiembre de 2020 han achacado los disparos que se produjeron contra los tres hermanos agricultores propietarios de la finca, uno de los cuales falleció durante el episodio, a un único encausado, quien por su parte, se ha desligado de los hechos al afirmar que él no se encontraba en Almería cuando tuvo lugar el intento de robo.
Los nueve procesados en esta causa han comenzado a declarar este martes en la Audiencia Provincial de Almería después de que el lunes se constituyera el tribunal de jurado que preside la magistrada presidenta Alejandra Dodero y se procediera a la lectura de las calificaciones provisionales de las partes.
En este sentido, el grueso de los acusados han coincidido a la hora de determinar que fue A.M.R., el único acusado que se encuentra en prisión provisional, sería el autor material de los disparos que se produjeron en el interior del invernadero al que acudieron al creer que se iba a realizar la sustracción de marihuana y no cáñamo industrial.
"El único que llevaba arma era A.", ha manifestado uno de los acusados durante el interrogatorio en el que, no obstante, ha admitido que no vio quién realizó los disparos. Según su versión, todos los que acudieron hasta el invernadero huyeron del lugar al escuchar los tiros, de forma que fue durante su retirada fue cuando vio a su compañero portar el arma.
Los acusados han asegurado desconocer que hubiera alguien armado antes de que se produjeran los disparos, toda vez que acudieron al lugar tras tener conocimiento de la existencia de la plantación pero, según han defendido, sin tener un plan previo, ya que el tema habría surgido de forma espontánea como "un palo fácil de dar" mientras que todos se encontraban en un bar de El Puche.
"Nosotros no sabíamos que había armas. Nadie llevaba capuchas ni mascarillas, era una cosa fácil: llegar y sacar la marihuana, cargar la furgoneta e irnos", ha manifestado uno de los acusados, quien ha relatado las fuertes discusiones posteriores a los hechos que se produjeron entre los implicados por lo ocurrido a raíz de los disparos.
Por su parte, el principal señalado como supuesto autor material de los disparos solo ha contestado a las preguntas de su letrado, José Manuel Rincón, a quien ha afirmado que el día de los hechos, que tuvieron lugar el 30 de septiembre de 2020, él se encontraba en Barcelona porque, además, su tía había fallecido cinco días atrás.
"Nunca llevo un arma, no sé ni cómo se utiliza y no estaba ni en Almería", ha defendido A.M.R. frente a la versión de otros acusados, quienes han apuntado que llegó a bordo de un vehículo de alta gama al barrio de Torrecárdenas para "vacilar" antes de dirigirse con más personas hasta el bar de El Puche donde se gestó el robo.
La Fiscalía solicita para siete de los nueve procesados penas que suman 39 años y seis meses de prisión, mientras que para otros dos acusados interesa 40 años de cárcel, ya que tienen antecedentes penales por delitos violentos. Los asaltantes presuntamente abrieron fuego contra la víctima mortal y sus dos hermanos, que fueron heridos de "diversa consideración" pese a que se contabilizaron un total de siete disparos de pistola.
En todos los casos, el Ministerio Público aplica la agravante de disfraz ya que la banda habrían utilizado tanto "capuchas" como "pasamontañas" para "taparse el rostro y a fin de no ser reconocidos" en el asaltó a la finca agrícola; un extremo que algunos han negado abiertamente al asegurar que cuando acudieron al invernadero pensaban que no había nadie.
La vista oral tiene previsto continuar este miércoles con la declaración de los agentes de Policía Nacional encargados de la intervención y de la posterior investigación para aclarar los hechos.
