El jurado popular declara culpable al principal acusado por el asesinato del cáñamo

Un jurado popular ha declarado este jueves culpable de todos los delitos a los que se enfrentaba a A.M.R., uno de los nueve procesados por disparar contra tres hermanos propietarios de una producción de cáñamo industrial de Almería, al creer que era marihuana y querer robarla, lo que provocó la muerte de uno de los perjudicados.

Los miembros del jurado lo han declarado culpable de un delito de robo con violencia en tentativa con uso de arma, un delito de homicidio consumado, dos delitos de homicidio en tentativa y otro de tenencia ilícita de armas, por los que la Fiscalía ha reclamado penas que suman 36 años y medio de prisión e indemnizaciones por decenas de miles de euros para la familia del fallecido.

Tras la lectura del veredicto, la fiscal Gemma Blanco y el abogado de la acusación, Esteban Hernández Thiel, han solicitado el ingreso en prisión provisional del acusado hasta que la sentencia devenga en firme, a lo que ha accedido la magistrada Alejandra Dodero.

Por otro lado, el jurado ha declarado no culpables de ningún delito a dos de los restantes procesados, representados por el abogado Francisco Ferre, y culpables del robo en tentativa a seis más, que enfrentan penas de seis meses, ocho meses u once meses de prisión, en función de su participación en el asalto, reincidencia, o uso de “disfraz”.

En el caso de A.M.R., se declara probado que, acompañado del resto de los declarados culpables, se dirigió el 30 de septiembre de 2020 a un invernadero situado en el Cortijo Vidal del Paraje Cintas de la barriada de La Cañada de San Urbano de Almería, “para sustraer lo que creía ser marihuana pero en realidad era cáñamo industrial”.

Señalan que así lo han declarado todos los acusados a excepción de A.M.R., así como que estos les propusieron ir a esta finca a robar porque “tenía un palo fácil de marihuana, que todo iba a salir bien”.

Consideran que únicamente A.M.R. portaba una pistola del calibre 22mm entre sus ropas, sin que el resto lo supiesen, y que subido al muro de la balsa de riego efectuó varios disparos al interior del invernadero al acudir los hermanos que eran propietarios de éste, tal y como señalaron el resto de procesados y los dos supervivientes.

Añaden que todos los acusados que bajaron a practicar el robo llevan cubiertos sus rostros con mascarillas y capuchas.

Asimismo, precisan que todos los culpables pretendían sustraer lo que pensaban que era marihuana, aunque no lo consiguieron y se fueron del lugar, y han subrayado que A.M.R. carecía de licencia de armas.