Ha vuelto a actuar en las últimas semanas en la turística Benidorm con dos nuevas detenciones, que se suman a las 32 anteriores
El lituano de 50 años muy conocido por la Policía Nacional de Alicante como el 'gastrojeta' por su largo historial de comilonas sin pagar, para lo cual suele fingir repentinos infartos a la hora de la cuenta, ha vuelto a actuar en las últimas semanas en la turística Benidorm con dos nuevas detenciones, que se suman a las 32 anteriores en poco más de un año.
Fuentes policiales han informado este viernes a EFE de que, durante enero, este hombre con aspecto de acaudalado turista ruso, que se llama Aidas J., ha sido arrestado dos veces tras disfrutar de sendas comidas en restaurantes de Benidorm aunque se sabe que también se fue sin pagar de una cafetería, un tercer día.
Con éstas últimas, el gastrojeta lleva 34 arrestos solamente en Alicante desde que se detectó su primer 'golpe' en noviembre de 2022, la mayor parte en la capital provincial, donde acostumbra a disfrutar de una suculenta comida en las que no suelen faltar paellas de marisco o chuletones acompañados de whisky antes de intentar un 'simpa' para si le descubren, dejarse caer al suelo fingiendo un infarto.
El pasado 12 de enero se le detuvo nuevamente sobre las 23 horas tras una cuenta de 106 euros en un restaurante benidormí, de donde trató de marcharse pese a los requerimientos del dueño, que llamó a la Policía.
Al interceptarle, los agentes vieron que tiene un expediente sancionador de Extranjería en trámite y que contaba con órdenes de juzgados por supuestos delitos de seguridad ciudadana y orden público, por lo que fue puesto a disposición judicial.
Quince días más tarde, el 27 de enero, volvió a ser detenido sobre las 18 horas en otro restaurante de Benidorm porque se negaba a pagar la cuenta de 113 euros. En esta ocasión, además, se enfrentó a los responsables hosteleros arrojando cabezas de gamba a los clientes, todo lo cual quedó grabado en las cámaras de seguridad del establecimiento.
Dos días después, el 29 de enero sobre las 18.30 horas, el encargado de una cafetería cercana avisó a la Policía porque el 'gastrojeta' había tenido varias consumiciones por 20 euros y que eludía pagar con el argumento de que no tenía dinero.
Aquí volvió a su 'modus operandi' habitual y al ver que no le dejaban marcharse sin más, se tiró al suelo aparentando un fuerte dolor abdominal, del que incluso llegó a ser trasladado en ambulancia al hospital de Villajoyosa. En esta ocasión, sin embargo, no fue detenido porque el dueño de la cafetería no quiso presentar denuncia por el bajo importe del hurto.
En el corto pero intenso recorrido del gastrojeta por Alicante incluye noches en los calabozos, donde aparenta indiferencia e incluso estar a gusto, y numerosos pases a disposición judicial, y en uno de estos interrogatorios el juez le preguntó si admitía su reincidencia a lo que este individuo sin domicilio conocido y con apariencia de desconocer el idioma contestó con una sonrisa.