De los tornos y hornos del barrio de Triana de Sevilla salieron piezas de cerámica que volaron a muchas partes del mundo, siendo una de las señas de identidad de la ciudad, y, para recordarlos, nació ‘Triana de azulejo’, un espectáculo flamenco en el que Rocío Díaz trae al presente “a todos los que trabajaron para dejarnos ese legado universal”.
La cantaora dirige y protagoniza este espectáculo. Creado para recordar la importancia e influencia de la cerámica “en la vida, la cultura y el arte no sólo en Sevilla, sino universalmente”. Como explica a EFE, añadiendo que “la cerámica trianera tuvo unos años de esplendor coincidiendo con la consolidación y auge del flamenco”.
De esta forma, ‘Triana de azulejo’ es un homenaje a los hombres y mujeres. Unos artistas “que dejaron su huella de una forma u otra en ese barro del río trabajado con sus propias manos”. Pero, al mismo tiempo, homenajea a los artistas flamencos trianeros que dejaron un buen legado a este arte universal”.
La joven, pero veterana cantaora señala que se trata de una cita con el flamenco siempre como eje. Y recuerda que el oficio del alfarero “está muy unido además a uno de los cantes más reconocidos que tiene Triana, como es la soleá alfarera”. Aunque sin obviar que, “entren azulejos, se cantan otros cantes”.
Los trabajadores de Triana:
Rocío Díaz eleva al flamenco a los artesanos de Triana y sus universales azulejos. Edificio de viviendas en el barrio sevillano de Triana.
“Todos los estilos del espectáculo son trianeros, y hacemos hincapié en el barrio, en la repercusión y la universalidad que han tenido los azulejos y la alfarería trianera en el mundo, igual que el flamenco”, subraya Rocío al hablar de lo que muestra en el escenario. Con la vista puesta en el sevillano teatro de Los Remedios. A cuyo escenario se subirá el próximo 1 de marzo acompaña a la guitarra de Manuel Herrera.
Y es un montaje que supone “un gran homenaje a mucha gente que ha trabajado en Triana”. No solamente haciendo azulejos o trabajando con el barro “sino también los pintores, o los poetas. Que han dejado impreso en muchos de sus azulejos poemas y frases preciosas”.
Y también es una manera muy visual, “aunque por supuesto se va a cantar y mucho entre los azulejos, mucho flamenco”. Y un modo de ver cómo el arte se puede plasmar a través de la música y a través de la alfarería trianera.
Para que todo sea completo, se han preparado cantes con estilos trianeros, guitarra, baile y palmas. Que llevan al espectador a “ese barrio donde se para el tiempo en cualquier esquina”. De modo que el flamenco anda a “pasear por sus calles y sus plazuelas” con imágenes proyectadas durante el recital.
En el escenario, los cantes salen de la garganta de esta trianera, que tiene a sus espaldas multitud de recitales en festivales y peñas flamencas dentro y fuera de España, con la curiosidad de que ha compaginado el cante flamenco con el teatro.
La guitarra de Manuel Herrera:
Es una artista autodidacta, compositora y creadora, profesora de cante flamenco con varios discos en su haber, además de varios espectáculos, y una referencia en el mundo de la saeta.
La guitarra de Manuel Herrera la acompaña, un profesional que a los 9 años ya le sacaba a este instrumento las primeras notas, y con solo 13 fue guitarrista oficial del prestigioso concurso de cante ‘Antonio Mairena’, mientras que imparte clases de guitarra flamenca en el Conservatorio ‘Cristobal de Morales’ de Sevilla, labor que combina con los más importantes festivales flamencos como guitarra indispensable.
Manuel Herrera (hijo), comparte escenario bajo la atenta mirada de su padre también a la guitarra, y ambos dan sonido a los bailes de la malagueña Luisa Palicio, discípula de la gran maestra del baile trianero Milagros Mengíbar y artista revelación en la XIV Bienal de Flamenco de Sevilla.
El compás y las palmas de Antonio Amaya ‘Petete’ y el baile de Emilio Castañeda completan el escenario flamenco, que huele a Triana por los cuatro costados y supone todo un recorrido por un arte que ha hecho durante años que en casas de todo el mundo haya una pequeña obra de arte hecha a mano en un rincón del barrio sevillano.
Una información de EFE.
