La Audiencia Nacional lo había condenado a 10 años de cárcel al considerar probado que Z.K. era una persona "de toda confianza" de la red islamista
La Audiencia de Almería ha impuesto penas que suman 14 años y ocho meses de prisión a Z.K., uno de los condenados por la Audiencia Nacional por facilitar la huida de los autores del 11-M, en este caso por intentar matar a dos guardias civiles que trataron de detenerlo tras un robo.
La Audiencia Nacional lo había condenado a 10 años de cárcel al considerar probado que Z.K. era una persona "de toda confianza" de la red islamista encargada de prestar ayuda a presuntos terroristas, enviarles dinero y facilitarles la huida de España.
Entre las personas a las que envió dinero figuraban varios de los autores de los atentados del 11M como Mohamed Afalah, Mohamed Belhadj, Daoud Ouhnane, Abdelilah Hriz y Othman el Mouhib.
La sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, declara probado que sobre las 02:20 horas del 24 de agosto e 2020 los procesados Z.K. y L.L.S. se dirigieron a una vivienda de Almerimar, en El Ejido (Almería), con la intención de sustraer de ella los objetos de valor que encontrasen.
Tras utilizar un dispositivo electrónico de inhibición canina para evitar que actuasen los perros de la dueña del domicilio, saltaron el muro perimetral de la vivienda, ataviados con guantes y pasamontañas, y fracturaron la puerta de acceso a ésta.
Una vez dentro subieron al dormitorio de la propietaria, y mientras Z.K. apuntaba a la víctima con una pistola, le instaron a decirles dónde tenía el dinero y las joyas, porque en caso contrario la matarían. Llegaron a lesionar a la mujer al golpearla con una manta.
Tras registrar la casa y apropiarse de unos 80 euros, joyas, un móvil y la llaves de la casa, sonó la alarma y se dieron a la fuga. L.L.S. se ocultó en un arbusto, donde fue detenido por la Guardia Civil.
Sin embargo, Z.K. saltó la valla perimetral y tuvo que ser perseguido por un guardia civil. Cuando el agente se encontraba a unos tres metros de él, el procesado sacó la pistola, apuntó y disparó contra él para matarlo, aunque el arma se encasquilló.
Tras mirar el arma, apuntó de nuevo al pecho del guardia y volvió a disparar, aunque no lo logró porque el seguro del arma estaba activado.
Z.K. se dio de nuevo a la fuga y fue perseguido por otro agente al que trató de apuntar a la cara con la pistola, aunque el guardia logró chocar con él y forcejear. Finalmente el procesado fue reducido por la Guardia Civil.
Por estos hechos, Z.K. ha sido condenado por un delito de homicidio intentado, un delito de atentado y dos delitos leves de lesiones, todos ellos en concurso ideal, a una pena de ocho años y ocho meses de prisión; a cuatro años de cárcel por un delito de robo con violencia e intimidación; a una multa por un delito leve de lesiones, y a dos años de prisión por tenencia ilícita de armas.
A L.L.S. le ha sido impuesta una pena de dos años de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas; de tres años, dos meses y siete días de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación, y una multa por un delito leve de lesiones.
Además, se impone a ambos una orden de alejamiento de 500 metros durante cinco años respecto de la mujer a la que asaltaron, a la que deberán indemnizar con 3.400 euros. Z.K. también debería indemnizar con 700 euros a dos de los guardias civiles.
Se ha acordado que cuando Z.K. cumpla dos terceras partes de las penas de prisión sea expulsado del país y se le prohíba regresar durante 10 años.