Antonio de María, presidente de Horeca en la provincia de Cádiz, suma demasiadas horas de vuelo, con tres décadas al frente de la patronal, como para andarse con rodeos cuando se trata de defender los intereses del sector. “No soy político”, aclara, por si quedaba duda, con media sonrisa, antes de abordar, sin eludir ninguna pregunta, cualquier asunto relativo a una actividad que, remarca, tiene que hacer frente de manera permanente a amenazas y bulos pese a que, para este rincón de España, castigada tradicionalmente por el paro, “es un maná caído del cielo” por la capacidad para crear empleo de manera directa e indirecta. El año pasado, asegura, se alcanzaron hasta 62.500 contrataciones en la hostelería, cifra nada desdeñable que debería, en su opinión, ser un argumento suficiente para cerrar filas en torno a quienes la impulsan tanto desde las administraciones como desde la opinión pública.
El turismo es muy asustadizo y la palabra sequía echa para atrás, habría que quitar las restricciones”
Esta semana, en una entrevista en La Orilla, el programa que dirige y presenta Pedro Espinosa en 7TV, ha dado otras razones para rebajar la intensidad del debate en tres cuestiones de rabiosa actualidad. La primera de ellas, la escasez de agua. “El turismo es muy asustadizo”, advierte. “La palabra sequía echa para atrás”, agrega. Por ello, atendiendo, según su criterio, a que “a estas alturas” de 2024, las reservas son mayores que justo doce meses antes, “habría que quitar las restricciones”. “La Junta de Andalucía ha anulado ya la llegada de buques cisternar”, añade para insistir en que es preciso rebajar los mensajes alarmistas. Ha llovido, recuerda, durante la Semana Santa y, aunque “ha hecho que pinchemos en hueso” con respecto a la ocupación hotelera, “no hay mal que por bien no venga, porque cuánto íbamos a pagar por un kilo de pimientos”, bromea.
En cualquier caso, al respecto, reitera la necesidad de evitar “una imagen rara, mala” sin la instalación, por ejemplo, de duchas y lavapiés en las playas del litoral gaditano. “¿Qué arreglamos con eso?”, se pregunta sobre el simbólico ahorro de agua que representa, en la práctica esta medida. “Aquí nos gusta demasiado prohibir”, lamenta, sin reparar, subraya, que la actividad es sostenible, como avalan las certificaciones de calidad de la UE. “Las luces de los pasillos de los hoteles se apagan cuando pasamos”, pone de ejemplo de buena práctica en cuanto a consumo.
Todos los municipios de la provincia de Cádiz tienen aeorpuerto, no hace falta cambiarle el nombre”
También se opone al afán recaudatorio de la tasa turística, objeto de otro acalorado debate político en estos momentos. El presidente de la patronal rebaja las expectativas de los que están a favor de que “se cobre peaje” a los turistas ante un eventual cambio de opinión sobre el mismo por parte del Gobierno de Juanma Moreno. “Antes decía que se haría lo que dijera el sector y ahora dice que se impondrá si el sector dice que sí”, matiza.
Para De María, la tasa turística supondría un escollo para el aumento de la ocupación. “Andalucía no tiene techo, es la segunda comunidad en número de viajeros, estamos peleando con Cataluña, tenemos que seguir creciendo”, defiende. Y, cuando se le recuerda que en las principales capitales europeas, como en el resto del mundo, se cobra, apunta que ya hay una idea extendida de que en los establecimientos “le damos puñalás” en los precios a los visitantes, sin ser verdad, “porque en la provincia de Cádiz tenemos las cañas de cerveza y los taxis más baratos de toda España”, de modo que ahora hacerles pasar por caja por dos o tres euros al día y persona “es de tener un mal estilo”.
Andalucía no tiene techo para crecer, la tasa turística es de mal estilo y los hoteles ya pagan el IAE”
Por otro lado, las empresas ya liquidan el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), con lo que un nuevo gravamen doblaría el pago innecesariamente. Como alternativa, plantea que el Gobierno de España ofrezca un fondo de compensación a los municipios con mayor afluencia para hacer frente a los servicios municipales ante el incremento puntual de población.
El tercer tema que copa ahora los titulares, sobre un posible cambio de denominación del aeoropuerto de Jerez que haga referencia al conjunto de la provincia, lo despacha rápido. “La gente tiene mucho tiempo libre, y falta formación e información”, critica, sin ambages. Señala a Barajas, ahora Adolfo Suárez. El aeródromo “pertenece a Madrid como concepto” al margen de cómo estén rotuladas las instalaciones. Por lo tanto, concluye, “todos los municipios de la provincia de Cádiz tienen aeropuerto”.
Podemos colocar a más gente, no es cuestión de sueldo, lo mínimo que se paga son 1.500 euros brutos”
Por último, el presidente de la patronal insiste en el problema que encuentra la actividad para encontrar personal durante la temporada alta para cubrir las necesidades específicas. En este sentido, desmonta, igualmente, prejuicios. No se trata, dice, de una cuestión de sueldos, porque lo mínimo que percibe un empleado, según convenio, son 1.500 euros brutos. Tampoco “contratamos dos horas para que trabajen doce porque desde 1991 lo mínimo que se contrata son cuatro”.
Elude aventurarse sobre las razones de fondo, aunque indica que el número de jóvenes en España se ha reducido, en una década, en dos millones. Lo que tiene claro es que hay que dar solución “porque podemos colocar a más gente en el sector”. Por ello, Horeca renovará el acuerdo con cinco entidades sin ánimo de lucro para ofrecer una oportunidad laboral a personas migrantes o en una situación de vulnerabilidad y adelanta que se fragua un convenio con una universidad de Lima, Perú, para que sus estudiantes puedan trasladarse a Cádiz para ocupar puestos en hostelería y también de alta dirección.