El cantaor jerezano José Mercé asegura que el flamenco tiene en la actualidad una “salud bastante buena”, pero advierte a las nuevas generaciones: “Hay que tener mucho cuidado con la fusión, porque no porque se meta un instrumento que no sea la guitarra flamenca ya es fusión”.
Así lo ha manifestado en una entrevista con EFE tras ser recibido este martes por el alcalde de Níjar (Almería), José Francisco Garrido, con motivo del concierto que ofrecerá el próximo sábado en el campo de fútbol ‘Manuel López’, en la localidad nijareña de San Isidro, dentro del II Festival Flamenco ‘Entre Cántaros’.
Una cita que será “un concierto muy flamenco” con sus “grandes éxitos” y lo que le pidan lo asistentes, porque “el público es el que manda”, y en el que no faltarán la soleá, el taranto o la bulería.
“Vamos a disfrutar todos muchísimo, y por lo menos en esas dos horas que voy a estar en el escenario, espero que nos olvidemos de estos problemas que hay en la sociedad y por lo menos estemos esas dos horitas en la gloria”, ha dicho.
Aunque no será su única actuación en la provincia más oriental de Andalucía, ya que este mismo martes por la noche ofreció uno de los recitales de la quincuagésimo segunda edición de Semana Flamenca de la peña ‘El Taranto’.
“Para mí, venir a ‘El Taranto’ de Almería es un honor porque le debo mucho a esa peña. Cuando empecé a cantar en solitario, el primer concierto que hice solo, sentado en una silla, fue en la peña ‘El Taranto’ (…) A nivel nacional es una propiedad grandiosa, y cuando se habla de la peña hay que tenerle un respeto”, ha resaltado.
Ni en Níjar ni en Almería habrá rastro de su álbum ‘El Oripandó. “Es otro tipo de concierto en el que llevo al escenario a 14 o 15 personas, llevo a muchos músicos. Tengo que hacer flamenco porque sin ellos, si no tengo a mi gente, no se puede hacer ‘El Oripandó’”, afirma sobre esta obra autobiográfica en la que también rinde homenaje a su fallecido hijo, Curro.
“Es un trabajo muy íntimo, en el que estuvimos dos años trabajando, mano a mano, Antonio Orozco y yo. No me gusta ser presuntuoso, pero creo que no es un disco de uso común, normal. Creo que es una obra que perdurará mucho en el tiempo”, ha aseverado.
Mercé cree que el flamenco tiene a día de hoy “una salud bastante buena”. “Hay gente joven que lo están haciendo muy bien. El único consejo que les doy es que primero escuchen la base y la raíz del flamenco y que luego se creen su personalidad. Pero para crear su personalidad hay que escuchar a la base y la raíz que tenemos”, ha abundado.
“Creo que el flamenco es reconocido desde siempre, desde hace siglos. Creo que hay fusión que está muy bien, porque ha enriquecido también. Eso enriquece al flamenco. Pero hay fusiones que parecen infusiones de manzanilla. Hay que tener mucho cuidado. No porque se le meta un instrumento que no sea la guitarra flamenca ya es fusión”, ha argumentado.
Orgulloso de su doble platino, obtenido en una época en la que “tenías que vender 300.000 discos”, reconoce perderse en estos tiempos de plataformas digitales como Spotify. “Mis hijas entienden más de eso que yo”, precisa en tono burlón.
De hecho, confiesa que no le gustan ni los CD, sino que prefiere un vinilo. “Cuando comprabas un vinilo, lo cogías y lo tenías en tu casa y le tenías una admiración que era casi la de una reliquia. Los CD… Yo no he visto cosa más fea, no sé quién inventó eso. Y ahora lo del Spotify, tienes que saber usar eso para escuchar los temas”, concluye.