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Miércoles 27/11/2024
 

Reflexiones desde el sofá

Las dos Españas

La clase política y la sociedad deberían aprender de la actitud en el campo de los jugadores de la selección española de fútbol que ganó la Euro 2024

Publicado: 28/07/2024 ·
09:13
· Actualizado: 28/07/2024 · 09:13
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  • Aficionados de la selección española en la Eurocopa. -
Autor

José Diego Amores Revuelta

José Diego Amores Revuelta es licenciado en Historia y Archivero con influencia petermanesca

Reflexiones desde el sofá

Columnas de opinión que sólo pretenden invitar a la reflexión del lector sobre temas de actualidad

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Este verano se vaticina muy deportivo. Apenas hemos salido de la exitosa Copa de Europa de fútbol y ya nos adentramos en las olimpiadas de París 2024. Reconozco que soy de los que se pasarían horas viendo las diferentes disciplinas deportivas que recogen una cita tan relevante como la olímpica, a pesar de las diferentes reflexiones que he tenido tras la Eurocopa.

Lo primero, sin duda alguna, sería comprobar cómo los equipos de la capital de España, que llevaron pocos jugadores españoles a la selección, tras el campeonato internacional ven cómo tres de ellos han anunciado que dejan la disciplina de estos equipos. Primera cuestión: ¿tratamos a los deportistas nacionales con el mismo mimo que a los que son de fuera de nuestras fronteras? ¿Han hecho Bellingham, Mbappé o Griezmann un mejor campeonato que Morata, Carvajal o Joselu?

Segunda reflexión: ¿cuántos jugadores de la cantera del FC Barcelona han triunfado en este campeonato? Dani Olmo, Xavi Simons, Cucurella… ¿Cómo se puede permitir que este club esté medio arruinado por las altas fichas de jugadores cuando posiblemente tenga la mejor cantera del mundo?

Y finalmente, la celebración: ¿de verdad es condenable que jugadores españoles que juegan en Inglaterra coreen “Gibraltar español”?

Tras esto, vuelvo al título de esta columna, “Las dos Españas”. Y es que he oído, leído y visto cómo la prensa se hacía eco del frío saludo de dos jugadores de la selección al presidente de la nación española, Pedro Sánchez. Tal vez estos momentos son para algo más que celebrar títulos deportivos, tener una excusa para salir a celebrar algo o pasar una exultante noche con los amigos. Y es que, mientras en unos medios se opinaba sobre el frío saludo de los dos futbolistas, leía en las redes cómo se atacaba a todo el gremio del fútbol por no aportar nada a la sociedad y encima despreciaban al mandatario español.

Miren, nuestra sociedad hay momentos en que me da asco ante la radicalidad ideológica en la que estamos cayendo, incluso cuando se celebra un triunfo deportivo. El presidente del Gobierno podrá caer mejor o peor, pero nadie, por muy buen futbolista que sea, puede olvidar que es el representante electo democráticamente por los españoles para llevar las riendas de este país, y merece el mismo respeto que cualquier ciudadano. Ganar una Eurocopa o el título que sea no te hace evitar que Sánchez siga siendo el presidente de España y, por supuesto, debe ser tratado con respeto y el protocolo pertinente. Por otro lado, los deportistas de élite son un reflejo para muchas personas de esta sociedad, nos guste o no, y, por tanto, no se puede demonizar a todo un colectivo por el desafortunado gesto de dos de ellos hacia el presidente del Gobierno. Porque al señor Sánchez o a los partidos que le dan el apoyo del Gobierno, los votaste en las pasadas elecciones generales. Sin embargo, si esa falta de respeto se hace a un político de ideología opuesta, esos mismos que insultan a los futbolistas se reirían y vitorearían el gesto.

La clase política y la sociedad deberían aprender de la actitud en el campo de los jugadores de la selección española de fútbol que ganó la Euro 2024. No existían diferencias de colores, siglas o ideologías; funcionaron todos a una y en la misma dirección: la de conseguir el triunfo, y lo lograron. Mientras sigamos fomentando aquellas dos Españas a las que un día escribió Antonio Machado, seguiremos cultivando la mediocridad que desemboca en el retraso evolutivo del ser humano, capaz de agarrarse a la más absurda estupidez para justificar su posicionamiento ideológico carente de fundamento. Pero no hay nada más complejo que un ser humano rectifique en público.

Suerte para los deportistas españoles en estas Olimpiadas y, sobre todo, suerte para la inmensa mayoría de los españoles que lo que quieren es que les solucionen los problemas que padecen en sus vidas y sus calles.

Ea, a disfrutar del verano.

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