La decisión del Gobierno local de adelantar al fin de semana del 22 al 24 de noviembre tanto el encendido del alumbrado de Navidad como el periodo habilitado para la celebración de zambombas en la vía pública va a generar un incremento del coste de la prestación de servicios esenciales, como los de limpieza o seguridad.
El teniente de alcaldesa de Servicios Públicos, Jaime Espinar, no ofreció este lunes ninguna estimación del presupuesto que será necesario para hacer frente a este sobrecoste, si bien admitió ya un incremento de las horas del personal de refuerzo de esos servicios.
De hecho, es ahora cuando se está terminando de organizar el operativo de la procesión magna mariana del próximo 12 de octubre, que precisará también de un refuerzo.
En cualquier caso, Jaime Espinar recordó que el pasado viernes se aprobó una modificación presupuestaria de 1,3 millones de euros que entre otras cosas permitirá dar cobertura a este tipo de servicios extraordinarios.
El teniente de alcaldesa justificó el adelanto del periodo de zambombas en la necesidad de hacer frente “a una realidad”, y es que estamos ante un evento “que está creciendo” y que precisa por tanto de unos servicios públicos adecuados.
Además, “cada vez hay más entidades que solicitan espacios públicos para la celebración de sus zambombas y los espacios son los que son”, por tanto se ha visto oportuno adelantar el periodo de concesión de licencias para dar respuesta a esta demanda.
Según Espinar, lo que ha hecho el Ayuntamiento en definitiva es “llevar a la normalidad legal lo que ya era normal en la calle”. “Damos oficialidad al periodo de zambombas y así podemos contar con unos servicios públicos adecuados”.
El Gobierno local está ultimando la redacción del bando que regulará la celebración de las zambombas y fijará los requisitos para la obtención de las licencias.
“Una zambomba no es una verbena”
El Gobierno velará por la integridad de la zambomba, partiendo de la base de que “una zambomba no es una verbena”.
“Si alguien quiere hacer otra cosa podrá hacerla, pero no es una zambomba”, zanjó Espinar.
