La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a 16 personas acusadas de integrar una red criminal asentada en el Poniente almeriense que, con distinto reparto de funciones, se dedicaba tanto a promover la inmigración irregular de personas procedentes del norte de África como a la venta de hachís y cultivo de marihuana en diferentes viviendas.
En su sentencia, el tribunal absuelve únicamente a una persona, mientras que condena al resto por su implicación en los hechos que tuvieron lugar, al menos, con anterioridad a marzo de 2018. Por lo tanto, aplica la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas a la hora de fijar las penas solicitadas por la Fiscalía, con las que se conformaron las defensas.
Según consta en el fallo, dictado en firme y consultado por Europa Press, los acusados han sido condenados a penas de entre dos años y un año y diez meses de prisión, en función de las responsabilidades asumidas en el entramado, basado en relaciones familiares y de amistad, que cada uno tenía asumidas para conformar la red.
Los acusados reconocieron así su "connivencia" a la hora de actuar para introducir en España a personas procedentes de las costas de Marruecos, tanto por vía marítima como por vía terrestre, en función de la época del año, así como para vender hachís "con la intención de enriquecerse de forma ilícita".
El tribunal destaca el papel preponderante de uno de los acusados, quien se encargaba de organizar las travesías de los migrantes desde Marruecos hasta la costa de Algeciras (Cádiz), fijando los precios y los días en los que se producían las salidas, además de participar "personalmente" en la recogida de los migrantes a los que también entregaba documentación de terceros.
En este sentido, varios de los acusados colaboraron para facilitar las rutas de los migrantes. En concreto, se mencionan dos situaciones que tuvieron lugar en diciembre de 2017 y a finales de enero de 2018, en las que, tras acudir a la localidad gaditana a recoger a migrantes que habían llegado de forma irregular a las costas españolas, fueron interceptados en sendos controles policiales en Málaga.
El 'cabecilla' de la organización también coordinaba el cultivo de marihuana con familiares que residen fuera del territorio español para conseguir su entrada en la Península y colocar la mercancía en el mercado ilícito, ya fuera por él mismo o con la ayuda de terceros.
No obstante, la red familiar disponía de sus propios cultivos en viviendas de Balerma y El Ejido, desde donde se preparaba y se manipulaba el estupefaciente para su envío, aunque también se efectuaban algunas ventas directas desde estos domicilios. La operación también contó con registros en Vícar y Balanegra.
Algunos de los acusados tan solo se dedicaban a almacenar y transportar la droga a cambio de comisiones, para lo que realizaban reservas en hoteles o alquiler de vehículos.
En base a los registros efectuados por los agentes policiales entre finales de febrero y principios de marzo de 2018 en cuatro de las viviendas investigadas, se intervinieron más de 11,3 kilos de hachís que, en el mercado ilícito, habrían supuesto unas ganancias aproximadas de 62.400 euros. También se intervinieron teléfonos y distintas cantidades de dinero en efectivo.