El Museo ABC ofrecerá a lo largo del verano (desde este martes hasta mediados de septiembre) una exposición en torno a la obra de Javier Mariscal que constituye la primera muestra del Estudio Mariscal en Madrid, realizada conjuntamente con la Fundació CatalunyaCaixa. El artista ha expresado en la presentación el sentido que el dibujo tiene para él: "Soy disléxico y me agarré al dibujo como sistema de entender la vida. Nunca me he separado de él. Lo paso muy bien".
Un viaje desde sus inicios, con personajes míticos como los Garriris, imágenes icónicas como la de Bar Cel Ona, para terminar bailando con los protagonistas del largometraje Chico & Rita, son algunas de las propuestas de esta exposición que permite introducirse en el corazón del proceso creativo y del impulso vital que genera la actividad de Javier Mariscal y de su equipo.
Mariscal, un artista polifacético, ha basado su obra en el diseño gráfico e industrial y otros ámbitos artísticos como la pintura, la escultura o la ilustración. "El diseño gráfico es la profesión más antigua del mundo, los alfabetos aparecieron mucho después. Son símbolos que se emplean como elementos de comunicación imprescindibles, es reflejar una filosofía", ha explicado.
UNA GRAN INSTALACIÓN
La muestra, concebida como una gran instalación, despliega toda su trayectoria en un espacio abarrotado de proyectos. El diálogo que se establece entre las diferentes especialidades del diseño, soportes y técnicas aporta las claves de las constantes creativas de Mariscal, empeñado en "poner al día el lenguaje gráfico".
El dibujo es la herramienta esencial con la que el artista ha ido construyendo su vocabulario gráfico, formando un lenguaje propio, original y artístico que está presente en todo su trabajo, desde el principio de un proyecto hasta su conclusión. Sus dibujos y apuntes del natural representan sentimientos, expresan emociones, desarrollan ideas y conceptos, y transmiten su visión del mundo y de lo que le rodea.
Las letras dibujadas por Mariscal, que ocupan un gran espacio en el centro de la muestra, hablan en el mismo lenguaje plástico que es común a toda su obra. Las letras, mera representación gráfica de los sonidos de un idioma, al ser dibujadas por Mariscal adquieren una carga semántica que les permite transmitir, bajo su nueva apariencia, no sólo esa información, sino muchas otras, y conectar emocionalmente con el público.
LOS COLORES Y SU AUSENCIA
Los colores y su ausencia (el blanco y el negro) recorren transversalmente toda la exposición, asociados, de una forma muy evidente, a las emociones que siempre transmiten en la obra de Mariscal: optimismo y alegría de vivir.
Los inicios de Mariscal, durante la década de los setenta, se muestran con una selección de hitos que reflejan la búsqueda de un lenguaje original. En estos hitos de los setenta se aprecian ya algunos de los rasgos más característicos de su obra: la fascinación por el diseño de la década de los cincuenta, el litoral mediterráneo y los objetos domésticos.
El espacio expositivo muestra también una selección de los hitos más significativos de los años ochenta y noventa, muchos de ellos reproducidos en soportes callejeros como revistas, bolsas comerciales y carteles.
Los proyectos multidisciplinares nacen con la fundación del Estudio Mariscal en 1989, que hoy cuenta con un grupo de profesionales especializados en estrategia, creatividad, diseño gráfico, diseño industrial, arquitectura y medios digitales y audiovisuales. Para transmitir esta multidisciplinaridad, la exposición muestra numerosos proyectos donde se mezclan con naturalidad el gesto de Mariscal, las diferentes disciplinas y las tecnologías que concurren en cada caso.
IRÓNICAS METÁFORAS
Las intenciones y actitudes que influyen en todo su trabajo se hacen más explícitas en algunos proyectos donde juega descaradamente con irónicas metáforas, cuestiona todas las jerarquías, pone en duda el crecimiento sin límites del consumo y reivindica el humor y la alegría de vivir como única posibilidad de salvación del ser humano.
Lo más íntimo del trabajo de Mariscal ocurre en un lugar soñado o reinventado, que le ha permitido expresar poéticamente el modo en que ve el mundo desde su interior. En ese lugar, los garriris, unos personajes sin oficio, dinero, ni productos que consumir, recorren un metafórico litoral interminable, frontera entre el mar y la tierra, entre la poesía visual y el cómic, entre la instalación artística y el teatrillo de cartón piedra, entre lo más naïf y lo más profundo. Este Mariscal más íntimo se muestra en la exposición con una serie de pequeños dioramas multimedia.
El cine constituye su último experimento. Concretamente el film de animación para público adulto Chico & Rita, creado y producido conjuntamente por Estudio Mariscal y Fernando Trueba. Con esta película, Mariscal vuelve a sus orígenes y pone de manifiesto su "amor por el cómic", como él mismo lo define, y la ilustración. A través de una instalación interactiva, se muestra al espectador la experiencia creativa que ha supuesto Chico & Rita, los orígenes del proyecto, la sinopsis del guión, el proceso artístico y la tecnología empleada.