Todavía con la alegría en el cuerpo tras consumar el ascenso en suelo portuense, el Clínicas Girme Gymnástica Portuense barruntaba lo que daría de sí la próxima campaña. Eran consciente que el sueño de ascender tendría un peaje demasiado incierto y la realidad meses después, no hace si no confirman los malos augurios, tras renunciar a militar en LF2.
La segunda categoría más importante del baloncesto nacional, el único club de la provincia gaditana y uno de los cuatro que lo haría en Andalucía, no han servido como reclamo para atraer patrocinios ni ayudas que sirvieran para poseer un presupuesto acorde a la nueva división.
Ni las múltiples reuniones y acercamientos con las distintas administraciones provinciales y autonómicas han valido para intentar alargar el sueño histórico, de fomentar esta disciplina. Precisamente, su presidente, Joaquín Bellido, se encontraba en Sevilla y tras mantener el enésimo encuentro con los organismos públicos, anunciaba, en exclusiva, lo inevitable, “la no participación de la Gymnástica. Nos duele tomar esta decisión“, como intentando aceptar una determinación difícil a modo de digerir el palo sufrido.
La tan manida crisis, exculpadora de responsabilidades y cómplice indolora, se lleva otra ilusión por delante en una disciplina que empieza a coleccionar infortunios de una forma preocupante. El baloncesto femenino se desangra en una situación que parece no encontrar fin.
Equipos como el Ros Casares, actual campeón de Europa, desapareció tras perder el patrocinio, el Celta Bosco renunció a la elite y militará, en caso menor, en la LF2, la misma a la que renuncia la Gymnástica, si no disuelve el club.
No es un día tan difícil para la familia de la Gimnástica y a la espera de una nota publica del club, todo hace prever que la intención es confeccionar un equipo competitivo y seguir luchando para intentarlo otra vez.