Los estepeños rechazan que lo ocurrido en el pueblo con el asalto e incendio de seis viviendas de familias de etnia gitana sea un hecho racista y lo atribuyen a la inacción de las autoridades ante la oleada de robos que aseguran cometen en la localidad, que se ha saldado ya con dos detenciones.
Los vecinos del barrio en el que están las seis viviendas asaltadas han rechazado hablar ante las televisiones desplazadas a Estepa por "miedo" a ser reconocidos y, sin dar sus nombres, han insistido en el abandono que han sufrido durante años y de los robos impunes que han cometido los miembros del clan conocido como "Los Chorizos".
El conflicto suscitado en Estepa, de casi 13.000 habitantes y conocida por sus mantecados y su aceite de oliva, ha colocado a la localidad como protagonista en los medios de comunicación, en algunos de los cuales les acusan de racismo.
Sin embargo, todos los consultados por Efe han rechazado esa acusación y han insistido en que sus demandas ante los numerosos robos no han tenido respuesta por parte de las autoridades municipales, policiales y judiciales.
Algunos vecinos incluso extienden las culpas al cura de la zona porque asegura que ha ayudado a los vecinos de las casas asaltadas.
Hoy era día de mercadillo en el centro de Estepa, y allí los comerciantes y los compradores sí han accedido a dar su opinión sobre lo ocurrido el pasado sábado, algo "que se veía venir", han coincidido los entrevistados.
Luis Nieto, vendedor de etnia gitana, ha subrayado que en el pueblo no hay racismo y ha agregado que sus familiares llevan cincuenta años vendiendo mercancías en el pueblo sin ningún tipo de problemas.
Tras criticar el asalto a las viviendas, el marroquí Atik Boumar, nacionalizado español, dice que vende desde hace 17 años en el mercadillo sin sentir "nada de racismo; bueno, hay cositas", matiza, y concluye que el problema es que "un ladrón tiene que pagar, porque si lo sueltas mañana va a hacer lo mismo".
De la misma opinión es Miguel Pacheco, quien considera que en Estepa "no hay ningún racismo, lo que pasa es que aquí no hay autoridad, no hay leyes, no hay respeto, no hay miedo. Esto es una cosa plenamente justificada", ha apuntado en relación a la quema de viviendas.
"Lo que está pasando es que una banda de malhechores tiene totalmente atemorizada a la población, y la gente se tiene que defender. Las autoridades brillan por su ausencia", resume Pacheco.
Francisco Mendoza, otro vendedor, ha criticado que Estepa era una "ciudad sin ley" porque los integrantes del clan de "Los Chorizos" "estaban molestando demasiado a los vecinos", y ha negado que existiera "racismo" en la localidad.
José Antonio Reyes, un vecino de Estepa, ha lamentado que "se tergiversan las noticias", ha subrayado que el pueblo "no es racista en absoluto" y ha apuntado que si las noticias salen en los programas de televisión de la mañana "el 'show' está montado".
