La decisión del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de convertir los centros de la empresa JM Pascual en las áreas de referencia de una quincena de especialidades en los distritos Jerez-Costa Noroeste, Bahía de Cádiz-La Janda y Sierra de Cádiz ha encendido los ánimos entre los profesionales sanitarios. “Los compañeros han estado dando la cara en primera línea sin equipos de protección individual (EPIS) algunos durante la pandemia, contagiándose, y ahora, en vez de que el SAS los contrate y la Junta defienda una Sanidad pública, ven cómo la administración empieza a mandar usuarios a la Sanidad privada”, lamentan fuentes sindicales.
En concreto, los tres hospitales de JM Pascual (Virgen del Camino, en Sanlúcar; Santa María, en El Puerto; y Virgen de las Montañas, en Villamartín), se convertirán en áreas de referencia de 15 especialidades: anestesiología y reanimación, aparato digestivo, cardiología, cirugía general y digestiva, cirugía ortopédica y traumatología, farmacia hospitalaria, hematología y hemoterapia, medicina física y rehabilitación, medicina interna, neumología, obstetricia y ginecología, oftalmología, otorrinolaringología, pediatría y urología.
La decisión del SAS afecta a más de 280.000 gaditanos de 14 municipios en Costa Noroeste (Sanlúcar, Rota, Chipiona y Trebujena), Bahía de Cádiz (El Puerto) y Sierra (Arcos, Villamartín, Ubrique, Espera, Benaocaz, Puerto Serrano, Bornos, Prado del Rey y El Bosque).
“Lo que tiene que hacer el SAS es reforzar la Sanidad pública y no engordar los bolsillos de empresas privadas”, denuncian las mismas fuentes en referencia a JM Pascual.
La plataforma Marea Blanca por la Sanidad Pública ha censurado igualmente la maniobra del SAS y rechazado “el desvío de dinero público al sector privado”. “La Junta de Andalucía empieza a implantar el modelo Alzira”, advierten en referencia al primer hospital público español, construido en 1999, gestionado bajo la modalidad de concesión administrativa. “Integrar a la red pública de salud a los hospitales privados es una privatización encubierta y cara”, concluyen.
