Las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura entrarán este jueves, 29 de julio, en vigor, según establece el Boletín Oficial del Estado publicado este miércoles. Las normas fueron aprobadas el martes, 27 de julio, por el Consejo de ministros.
La principal modificación respecto a las anteriores reglas de transferencia hídrica a través del Acueducto del Tajo al Segura se da cuando la situación de los embalses de cabecera (Entrepeñas-Buendía) se encuentran en nivel 2. Esa situación se da cuando las existencias conjuntas de ambos embalses sean inferiores a 1.300 hectómetros cúbicos, sin llegar a los volúmenes previstos en el nivel 3 y las aportaciones conjuntas registradas en los últimos doce meses sean inferiores a 1.400 hectómetros cúbicos.
Hasta hoy, cuando esa era la situación se autorizaba un trasvase de 38 hectómetros cúbicos, pero a partir de este jueves, el órgano competente autorizará un trasvase mensual de 27 hectómetros cúbicos, hasta un máximo anual de 650 hm3 en cada año hidrológico. De este volumen, 600 hectómetros cúbicos se destinarán al Segura y 50 hectómetros cúbicos al Guadiana.
En concreto, se da una nueva redacción al artículo 1 del Real Decreto 773/2014. El Gobierno ha argumentado que la modificación busca "evitar situaciones de excepcionalidad y trasvase cero" en las cuencas receptoras de modo que en situación de normalidad hídrica, conocida como nivel 2, el máximo mensual a trasvasar se reduce de 38 a 27 hectómetros cúbicos de agua.
Mientras, en nivel 1 se autorizará un caudal máximo a trasvasar de 60 hectómetros cúbicos; en nivel 3 denominado como de situación hidrológica excepcional, el órgano competente podrá autorizar discrecionalmente y de forma motivada hasta 20 hectómetros cúbicos. Por último, en situación de nivel 4, cuando las existencias conjuntas de Entrepeñas y Buendía no superen los 400 hectómetros cúbicos, no podrá aprobarse trasvase alguno.
Con ello, el Ejecutivo espera lograr una gestión "más ordenada y estable" del sistema del acueducto con nuevos umbrales para ceder caudales de acuerdo con el principio de equilibrio entre el agua disponible en los embalses de cabecera del Tajo y la estabilidad de los suministros hacia las cuencas beneficiarias y confía en que se obtendrán ventajas tanto para las cuencas cedentes como las receptoras.
La decisión se atiene al dictamen científico-técnico del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) y cuenta con el aval de la Comisión Central de Explotación de Trasvase Tajo Seguro y del Consejo Nacional del Agua.
Así, argumenta que trata de minimizar el riesgo de que el trasvase entre en situación de excepcionalidad hídrica y, en consecuencia, tenga que interrumpirse el aporte de caudales aguas abajo, como ha sucedido con frecuencia en los últimos años a medida que se agravan los efectos del cambio climático sobre el régimen de lluvias en España.
Las aportaciones medias del trasvase han ido cayendo de manera sostenida desde la década de los 80 y en los últimos años la cabecera del Tajo se ha encontrado casi la mitad del tiempo en situación hidrológica excepcional, lo que hace imposible realizar los envíos de agua. En 2017 el trasvase no pudo efectuarse durante once meses por falta de caudal suficiente. Precisamente, el Gobierno afirma que el espíritu de la norma aboga por una explotación regular y estable de esta infraestructura.