Los consumidores buscan, miran los juguetes y comparan precios, porque la mayoría va con las ideas claras y no quiere arriesgarse a que, llegada la fecha, el regalo elegido esté agotado."Primero vienen y miran; después vuelven y si les convence ya vienen definitivamente y lo reservan", apunta Barrientos.
Esta navidad los juguetes estrella serán las Barbies Patinadora, la Bailarina y la Castillo y Diamantes y también el robot Wall-E, que se presenta en diferentes modelos, además de un juego de preguntas de la película High School Musical, que está arrasando entre los más pequeños. "El Robot Wall-E por ejemplo, lo hay desde 20 euros hasta 90, según las posibilidades de cada uno. Eso pasa con la mayoría de productos; los hay de varios precios y de características más o menos similares", aclara el juguetero. Tampoco hay que olvidar otros regalos más tradicionales como los juegos de mesa, los carritos o los patinetes, que también siguen triunfando y aguantando el paso de los años.
De momento en las jugueterías esperan que según se acerque la Navidad se vayan incrementando las ventas, como ha ocurrido en otras épocas de recesión.
PRECAUCIONES EN LAS COMPRAS
Como cada año, las Asociaciones de consumidores no se cansan de dar consejos para sacarle más partido a las compras navideñas y proteger mejor los derechos del usuario. En lo que a los juguetes respecta, recomiendan ser previsores, porque ya hay algunos productos difíciles de encontrar, sobre todo, aquellas novedades que se anuncian en televisión. Y es que, de este modo, se puede realizar la comparación de precios del mismo producto en distintos establecimientos, que es lo recomendable para encontrar el precio más asequible.
Además, desde consumo se indica que los juguetes deben venir empaquetados con la marca de la comunidad europea, un distintivo de calidad, seguridad y salud para el niño; se recomienda comprobar, entre otros aspectos, que las instrucciones de uso para la utilización del juguete aparezcan al menos en castellano; y también es conveniente comprobar el funcionamiento en el mismo establecimiento para asegurase de que no esta averiado y evitar una desilusión el Día de Reyes.
Los destinados a menores de tres años no deben tener piezas pequeñas que el niño pueda tragar o inhalar y no pueden estar fabricados con materiales que aumenten de tamaño si se mojan con saliva. Además, los elaborados con tela, como los peluches, deben ser resistentes al fuego y las piezas como ojos, orejas u otros adornos deben estar bien sujetos para evitar que se desprendan. Los juguetes que tengan componentes químicos deben indicar su posible peligrosidad y las precauciones especiales que hay que adoptar. Y los triciclos, caballitos o coches deben ser lo suficientemente estables como para evitar el riesgo de vuelco.
Y por último, debe guardarse el ticket que servirá como aval en caso de problemas, por lo que se recomienda evitar las compras en tiendas esporádicas que sólo abren durante algunos días al año ya que, después, las reclamaciones suelen ser más complicadas.