Los funcionarios cumplen con órdenes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias referidas a la realización de cacheos y registros a los familiares que pretenden entrar y acceder al interior de los establecimientos penitenciarios para celebrar comunicaciones especiales, clarificando y estableciendo pautas de actuación en relación a la orden emitida el 30 de octubre de 2009.
Pero para contrarrestar la efectividad de dichas actuaciones de control preventivas establecidas en estas normas, los internos vinculados a la organización terrorista están desarrollando actividades de protesta y rechazo, dirigidas y coordinadas desde el exterior, pues las fuentes consultadas admiten que se conocen documentos en los que se dejan claras las directrices a seguir.
El escrito del comando armado comienza diciendo que “hemos sufrido un nuevo ataque a finales de 2009. Hemos organizado la respuesta, una vez decidido que dicho ataque era importante. Se han recibido opiniones-propuestas de cara al futuro en relación a la valoración del ataque y de nuestra respuesta, para acordar el qué y el cómo”. Entre los antecedentes a lo que llaman el ataque son que los problemas y obstáculos en las comunicaciones no son nuevas en la historia del colectivo, en particular con los vises y las visitas, ya que se restringe el horario, el número de amigos, etc. Explican que se han soportado cacheos especiales en épocas diferentes, sufriéndolos también los familiares, apuntando que históricamente el colectivo se ha revelado contra los cacheos.
Como reconocen que en prácticamente todas las cárceles se está dando el endurecimiento de estos cacheos, la respuesta igualmente señalan que se producirá en todas. Han creído necesario responder al ataque, por lo que la respuesta, a pesar de que no especifican cual, aunque las fuentes consultadas aseguran que son plantes que aún no se sabe muy bien como estarán dirigidos, se dará desde este mes de abril y se alargará hasta mayo. Pero tienen claro que decidirán cárcel por cárcel que medida de presión ejercer. Entienden que deben presionar no sólo a los funcionarios sino a sus responsables, porque ellos son los que han dado los pasos en cuanto a la actitud que se toma hacia sus familiares. El objetivo está claro, hacer que se deje de aplicar la orden, sin aceptar tocamientos en los cacheos, hasta conseguir que en todas las cárceles se acuerde relajar la orden con la dirección del centro.
Por ello los presos tienen claro que estos meses de ‘lucha’ se pedirán los vises pero no se harán. Muy importante para la organización es que los internos, una vez recibidas estas instrucciones dadas, hayan enviado su respuesta para conocer la opinión de la mayoría.
