El Festival Internacional de Folklore Ciudad de Cádiz, pese a la crisis y el consiguiente recorte presupuestario, no falta un verano más, y ya van 28. Los gaditanos podrán disfrutar hasta el próximo lunes de las actuaciones de 11 grupos, procedentes de ocho países de distintas partes del mundo, que llenarán de música y color las tablas del Gran Teatro Falla y del Castillo de Santa Castalina. Los actos del domingo se han suprimido de cara a la final del Mundial de Suráfrica, de ahí que la programación de este festival se haya ampliado al lunes 12 de julio.
Esta vigésimo octava edición del Festival contará con el Ballet Folklórico Nacional (República Dominicana), el Klub Peminatan Tari (Indonesia), el Grupo Folklórico Magura (Eslovaquia), el Grupo Folklórico de Bailes y Danzas de Pozarevac (Serbia), el Conjunto Folklórico African Tumbas (Kenia), y el Grupo Folklórico Solnechnaya Raduga de Perm (Rusia).
A su vez, España estará representada por el Grupo de Danzas Raíces de Aragón, y –ya desde Cádiz-, por el Grupo de Danzas Adolfo de Castro, el Grupo de Música y Danzas Andalucía 2, la Compañía Flamenca Carmen Guerrero y la Asociación de Danzas Folklóricas Paca Briceño.
Las calles gaditanas fueron ayer testigos del inicio informal del festival, que arrancó a mediodía en la plaza de San Juan de Dios, con el espectáculo Ven a bailar con nosotros. Ya por la tarde, a las 20.30 horas, se celebró el colorido de los grupos participantes por el centro de la ciudad, partiendo desde el Ayuntamiento y finalizando en la plaza de Fragela, frente al Teatro Falla, donde a las 22.00 horas tuvo lugar la apertura oficial, con el primer espectáculo programado.
Esta es una iniciativa de la Asociación Amigos del Folklore que nació en 1983, que en la presente edición cuenta con el patrocinio del Ministerio de Cultura, del Ayuntamiento de Cádiz, y de Unicaja; y con la subvención de numerosas instituciones públicas y empresas privadas.
Durante la recepción de los grupos en el Salón de Plenos, el director del festival, Antonio Fernández Repeto, pidió más apoyo de las administraciones, “para que este festival pueda estar presente en el Bicentenario”. De este modo, subrayó que la organización ha tenido que enfrentarse a esta edición con un 25 por ciento menos de prespuesto. No obstante, matizó que gracias al esfuerzo que se ha realizada han conseguido mantener el programa pensado inicialmente.
En rueda de prensa, los directores de los grupos mostraron su satisfacción por estar en este festival y desearon a España “lo mejor” de cara al partido del próximo domingo.
La coreógrafa del grupo Adolfo de Castro, Vanessa Anillo, Explicó que han preparado para la ocasión un espectáculo ambientado en el Cádiz del siglo XVIII, haciendo especial hincapié en la escuela bolera, y cerrando con los clásicos tanguillos.
El Salón de actos también fue testigo del intercambio de regalos entre todos los grupos invitados al festival y el Ayuntamiento. La organización también hizo entrega al Consistorio de un cuadro del Gran Teatro Falla y el símbolo del centenario de este emblemático edificio de la capital.
Este festival se puede realizar gracias al apoyo del Ayuntamiento y al trabajo desinteresado de un grupo de voluntarios.
Un lapsus que cabreó a la edil Natalia Álvarez
Durante la presentación del Festival de Folklore se produjo una anécdota que cortó el viento por unos segundos. El teniente de alcaldesa, José Blas Fernández, fue el encargado de presentar a cada uno de los grupos, con la mala fortuna de olvidarse del que dirige la concejala del PSOE, Natalia Álvarez, Andalucía Dos. Ni corta ni perezosa, cuando le tocó su turno de palabra, la socialista aprovechó para incidir en este “lapsus” del concejal y lamentó que precisamente hubiera pasado por alto al grupo que ella dirige. José Blas Fernández le pidió perdón e hizo público su “desconocimiento hacia esta faceta de la concejala socialista”. En este sentido, le hizo saber que iría a ver el espectáculo, pero también le advirtió de que “aplaudiré si me gusta, y eso queda a mi criterio”.
Dicho esto, todo quedó en una mera anécdota que centró la rueda de prensa por unos segundos. Y es que al final todo es política y a todo se puede sacar punta.