Utilizar pantallas antes de dormir está "muy interrelacionado" con graves problemas de sueño, pero lo hace el 76 % de los adolescentes europeos y hasta un 86 % admite dormir con el dispositivo al lado. "Es grave y serio porque usar pantallas justo antes de dormir provoca un problema a nivel cerebral", afirma Ana Teijeira, neurofisióloga clínica del Hospital Universitario de Toledo.
En una entrevista con EFE, la doctora ha hablado sobre el sueño en la infancia y adolescencia coincidiendo con el inicio del curso escolar y con la XXXI reunión anual de la Sociedad Española de Sueño, que se inaugura este jueves en Toledo y reúne hasta el sábado a más de 300 profesionales.
En la infancia, sobre todo en los primeros años, el cerebro está en constante desarrollo “y el sueño es importante para poder consolidar el correcto funcionamiento y la madurez cerebral”, de modo que el sueño “de buena calidad” en niños y adolescentes “no solo es importante para que al día siguiente estén descansados y puedan rendir, sino que es muy importante para que el cerebro madure”.
Las necesidades de sueño varían con la edad: un recién nacido pasa más de la mitad del día durmiendo; los niños pequeños necesitan una siesta diurna “para continuar con el proceso de madurez cerebral y de correcto descanso”; el adolescente necesita, aproximadamente, una hora más de sueño que el adulto; y el adulto debe dormir unas ocho horas, aunque hay un porcentaje pequeño de población que requiere más horas o menos para conseguir un correcto descanso.
En todos los casos, la calidad del sueño está “muy relacionada” con el rendimiento que se tenga al día siguiente, ya sea laboral o escolar, y si no se consigue una "buena" calidad se refleja en cansancio y somnolencia en los niños o problemas de concentración y de retención de lo que está estudiando en el caso del adolescente.
EL 86 % DE LOS ADOLESCENTES EUROPEOS DUERME CON EL MÓVIL AL LADO
Según datos de la Sociedad Europea del Sueño, el 76 % de los adolescentes usa el móvil en la cama antes de dormir; un 86 % duerme con el móvil al lado, muchos debajo de la almohada, y hasta un 37 % admite perder el sueño por las alertas de redes sociales que reciben.
“El problema de las pantallas antes de dormirse está muy interrelacionado con graves problemas de sueño”, ha subrayado la neurofisióloga clínica, quien ha añadido: “Es grave y muy serio porque usar pantallas en la cama justo antes de dormir provoca un problema a nivel cerebral. El sueño, en gran parte, se inicia cuando el cerebro comprende que es de noche, y si nosotros le lanzamos una luz muy intensa la melatonina se retrasa en su funcionamiento cerebral”.
Esto provoca un “retraso de fase”, o sea empiezan a dormir más tarde pero deben despertarse a la misma hora, con lo que duermen menos y al día siguiente están “mucho más cansados” y presentan problemas de atención en la primera y segunda hora de clase.
Teijeira ha recalcado que, “de por sí”, el adolescente ya tiene un retraso de fase "natural" -tarda más en dormir que el adulto-, lo que unido al retraso "artificial" por el uso de pantallas supone un problema “que podemos corregir”.
La mayoría de los problemas de cansancio o insomnio que tienen los chicos y chicas que acuden a consulta se debe a malos hábitos, con lo que es “relativamente sencillo” explicarles algunas rutinas, nocturnas y diurnas, para mejorar el sueño. Entre ellas destacan:
- Evitar el uso de pantallas (móvil, tableta, ordenador) un par de horas antes de acostarse para no tener una sobreexposición a una luz intensa.
- En esas dos horas previas a dormir, procurar no hacer tareas excesivamente exigentes a nivel cognitivo (estudiar) porque el cerebro está demasiado activo como para iniciar el sueño.
- Evitar actividades físicas intensas que provoquen acabar exhaustos y con exceso de energía.
- Si es posible, cenar un par de horas antes de acostarse y de forma “relativamente ligera”.
- Durante el día, buscar estrategias para mantener “a raya” el estrés.
“EL SUEÑO ES TAN IMPORTANTE COMO COMER. SI NO DORMIMOS, MORIMOS”
¿Conocemos la importancia de dormir bien? La doctora Teijeira opina que sí, pero también señala que un porcentaje “muy elevado” de población duerme mal en España y sacrifica horas de sueño tanto por necesidades laborales (más difíciles de evitar) como por apetencia social.
“Creo que sí somos conscientes de que el sueño es tan importante como el comer, o sea es una actividad vital y lo tenemos que ver como tal: si no dormimos, nos morimos. Eso está claro”, ha dicho.
Una mala calidad del sueño provoca, a corto plazo, cansancio, irritabilidad, déficit de concentración y de memoria o accidentes laborales, y a largo plazo favorece la aparición de enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión, infartos cardíacos, ictus o determinados tipos de cánceres.
La idea que lanzan los especialistas es la prevención primaria y prestar ayuda antes de que, por ejemplo, se desarrolle un insomnio debido a malos hábitos.
HABLAR CON LOS NIÑOS SOBRE LOS MIEDOS NOCTURNOS
Hasta el 56 % de los niños de 4 a 6 años admite tener miedos nocturnos, algo que mejora con la edad pero que la familia debe abordar hablando con el pequeño, preguntando qué le asusta y razonando con él en vez de quitar importancia a la situación.
Porque si los niños tienen miedos que se no tratan pueden empezar a dormir mal, y en la adolescencia será peor; y cuando sean adultos llevarán toda la vida durmiendo mal, y llegan a consulta "con problemas graves como diabetes, hipertensión, obesidad, derivado del mal sueño", señala la neurofisióloga.