Sempiternas mercedes para Jerez

La ciudad de Jerez ha renovado un año más su secular devoción mercedaria, traducida en una multitudinaria presencia de personas en la basílica dedicada a la patrona tanto en los días de la novena como a lo largo y ancho de la jornada de ayer, que se abrió a medianoche con la tradicional Misa de la Descensión y que fue clausurada casi veinticuatro horas después con el regreso de la Virgen de la Merced a su templo.
Entre ambos hitos, innumerables momentos que volvieron a poner de manifiesto el arraigo popular de esta advocación. En la Misa de la Descensión, la Unión de Hermandades realizó la acostumbrada ofrenda floral a la patrona, en el transcurso de la cual tuvieron especial protagonismo las camareras de las cofradías de la ciudad. Ya por la mañana, la basílica fue escenario de un auténtico rosario de eucaristías en las que fue muy numerosa la participación popular. A las 11.00 horas, el obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos Pérez, presidió un solemne pontifical, en el transcurso del cual la alcaldesa de la ciudad, Pilar Sánchez, procedió a la renovación del voto de la ciudad a su patrona.
En su homilía, el prelado animó a los fieles a dar “gracias a Dios” por tener como Madre a quien es capaz de “liberar de la esclavitud”, recordando las palabras pronunciadas recientemente por Benedicto XVI en las que consideraba “una amenaza” a la “dictadura del relativismo”. “El hombre necesita de Dios y de sus semejantes. Cuando queremos construir un mundo sin Dios, se convierte en un infierno. La crisis que estamos viviendo es el fruto de pretender vivir sin Dios y de fomentar la avaricia del hombre”, defendió.
El obispo de Asidonia-Jerez agradeció a la ciudad que mantenga la tradición de renovar su voto a la patrona. “Me alegra que se converse la tradición de este acto civil y religioso, porque un pueblo que pretende aniquilar su historia tiene amenazado su futuro”, explicó monseñor Mazuelos, que a continuación defendió el papel histórico del “humanismo cristiano” en la configuración de la sociedad actual.

la virgen en la calle
La devoción concentrada en los últimos días en las viejas piedras de la basílica empezó a trasladarse a las calles de la ciudad a las seis y media de la tarde. Fue entonces cuando las puertas del templo mercedario se abrieron de par en par para dar salida a un cortejo en el que figuraron representaciones de la práctica totalidad de las hermandades de penitencia y gloria de la ciudad, además de distintas órdenes y congregaciones religiosas.
La tarde presentó una meteorología bastante agradable, lo que sin duda alguna contribuyó a que los jerezanos en general salieran a la calle al encuentro de su patrona, que se presentó exornada con las tradicionales varas de nardos que en los últimos días han sido ofrecidos por sus devotos y fieles. Como viene siendo habitual en estos últimos años, la cuadrilla de costaleros que porta el paso de Santa María de la Merced fue comandada por Martín Gómez Moreno, que una vez más ofreció muestras de su buen hacer.
Tras el manto de la patrona, una auténtica marea humana que por una parte pone de manifiesto el arraigo de esta devoción en Jerez pero que por otra hace que tanto la representación de la Corporación municipal -encabezada por la alcaldesa-, como la propia Banda Municipal de Música se encuentren a una distancia mayor de la que fuera deseable de la Santísima Virgen.
Tras abandonar la basílica, la comitiva continuó su marcha por la calle Merced en busca de la plaza de Santiago, para a continuación tomar por Ancha, Porvera y Larga, adentrándose por la plaza del Banco en busca de Tornería, Rafael Rivero, San Marcos, Padre Rego, Francos y San Juan. Una vez allí, la Virgen de la Merced encaró el tramo final de su anual itinerario, que la llevaría de nuevo a la plaza de Santiago y a subir por la calle que lleva su nombre. Marco Antonio Gómez Moreno, cofrade de La Cena y Las Tres Caídas, entre otras hermandades, tuvo a su cargo el fervorín que clausuró la procesión.

el voto de la ciudad
Hoy es día de renovar en vuestra presencia, los valores y compromisos de una ciudad que intenta mirar al futuro con ilusión en su constante progreso y desarrollo, acordándose siempre, eso sí, de nuestras carencias y problemas, esas que tan bien conocéis, porque viven en las almas anónimas de quienes bajo vuestro amparo intentan ser más felices, y mejores personas”, comentó la alcaldesa, Pilar Sánchez, en la renovación del voto. Al mismo tiempo, la regidora hizo pública una “petición de amparo por todos aquellos necesitados de auxilio y patrocinio, y por los menos favorecidos de esta sociedad tantas veces injusta e intransigente”. En su intervención, Sánchez aludió a que “fue precisamente otro 24 de septiembre, aquel ya lejano de 1810, del que ahora justamente se cumplen dos siglos, cuando España conoció uno de los días más importantes de su historia moderna, aquel que sirvió como escenario al juramento de las Cortes de Cádiz, en la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo de nuestra vecina localidad de San Fernando”, algo que “no fue por casualidad”. “No fue al azar que fuera precisamente en el día de vuestra Merced, que las libertades consiguieran abrirse un hueco en el corazón de esta nación, justamente en la fecha en la que se conmemoraba la creación de una Orden religiosa, que ya desde su fundación a cargo de San Pedro Nolasco en 1218, tuvo claro que su única meta y fin era conseguir la libertad para todos los hombres del mundo, aunque todo ello resultase a cambio de la propia libertad de las almas y de los cuerpos”, añadió. Por último, recordó que en mayo de 2011 se cumplirá el primer cincuentenario de la coronación canónica de la Merced, un “símbolo inequívoco del sentimiento filial” del pueblo jerezano hacia su patrona.