La falta de nuevos contratos abre la puerta a mercados emergentes civiles
La compañía pública de construcción naval Navantia se encuentra inmersa en una intensa campaña comercial para captar contratos en el mercado internacional, a la vez que trabaja para diversificar su actividad, como la industria eólica marina. No es algo nuevo, ya que el anterior presidente de la empres Aurelio Martínez, ya lo había avanzado en una de sus últimas visitas a Cádiz, porque lo consideraba “una oportunidad sobre la mesa”, pero según se desprende de sus últimas declaraciones, Navantia prevé cerrar en este sector acuerdos con “un par de empresas” a lo largo de este año.
En una entrevista concedida al diario Cinco Días, Martínez consideraba que “va a ser muy complicado que tengamos carga militar para tener todos los astilleros, toda nuestra estructura productiva, con carga de trabajo al cien por cien, tal y como están los mercados. Por eso, es un reto fundamental que diversifiquemos la producción y la actividad”.
Así, subrayaba que el futuro de la empresa reside en nuevas oportunidades, “y la que está más a mano, en este momento, es la eólica offshore”. Así, “nosotros tenemos unos astilleros muy grandes, diseñados para petroleros de hasta un millón de toneladas, que son muy capaces de albergar este tipo de nueva actividad”.
La dirección de Navantia ya había adelantado que los astilleros de Puerto Real y Fene-Ferrol eran los más adecuados para acoger este tipo de actividad ya que son muy grandes y tienen una importente estructura.
Los campos de producción eólica previstos en el Mar del Norte y en España necesitan grandes superficies industriales para la fabricación de las plataformas que se ubicarán en el mar y Navantia cuenta con esas instalaciones . Así, el astillero español ha recibido la visita de representantes de empresas españolas (entre ellas, Iberdrola, ACS o Acciona) y foráneas, por lo que espera cerrar algún acuerdo a lo largo del presente año.
“Si firmamos con cualquiera de las empresas con las que estamos en negociaciones un convenio de producción en los próximos meses para cualquiera de nuestros centros, será un éxito. Porque es una actividad que tiene un horizonte de 20, 25 o 30 años y garantiza el trabajo en esas plantas”, comentó al diario económico el ahora ex presidente de Navantia.
La eólica marina exige plataformas para los aerogeneradores, así como barcos que transporten, posicionen y reparen las instalaciones en el mar; prototipos; torres de medición; redes de tendido, entre otras múltiples necesidades.
Con todo, Navantia aclara que esta apuesta no significa renunciar al mercado tradicional de la compañía como es la construcción de buques militares.
En España, el astillero público tiene asegurados los pedidos de la Armada y en el exterior, se consideran accesibles el 54 po ciento de los programas de buques militares pendientes de adjudicación hasta 2019. Un mercado potencial de 57.815 millones de euros. Por el momento,
Navantia mantiene 45 acciones comerciales en 25 países, con contratos posibles en Tailandia, Malasia, Canadá, Australia, Brasil, Turquía, Noruega o Venezuela.