Septiembre es el
mes en el que
se celebran más bodas en Andalucía. Es una de las cosas que no han cambiado en lo que va de siglo. Aprovechando los últimos datos sobre los enlaces celebrados en tierras andaluzas el pasado año, hacemos un repaso a
cómo han cambiado éstos en
los últimos 25 años, comparándolos con lo que sucedía en 1998, cuando el pasado siglo XX se acercaba a su fin. Así son los enlaces matrimoniales del siglo XXI en Andalucía.
Uno de los cambios más notables de este último cuarto de siglo es el
descenso en el número de enlaces en Andalucía, que en 2023 fueron 32.456, lo que supone 6.232 (-16,1%) que en 1998 (38.688).
A pesar de ese descenso, cabe señalar una
tendencia al alza de las bodas, que en 2022 fueron casi 34.300, superando así un periodo que arrancó en 2010 y se cerró en la pandemia en el que solo se superaron los 30 mil enlaces en dos de esos años, tocando fondo –a excepción de los anormales datos de los años de pandemia- en 2013, con menos de 26.500 bodas.
Ese descenso se produce en
todas las provincias andaluzas, destacando, en datos proporcionales, los casos de Jaén (-21,8%) y Huelva (-21,1%). En Almería (-10,8%) y Málaga (-7,5%), la bajada es menos pronunciada. Cádiz (-15,8%) está por debajo del promedio autonómico, mientras que Córdoba (-16,4%), Granada (18,7) y Sevilla (19,1%) lo superan.
Todo lo contrario sucede con las
disoluciones matrimoniales, que presentan una clara
tendencia a la baja. En 2023 se produjeron 13.546, un 6% menos (879 casos) que en 1998 (14.425). De hecho, la cifra de 2023 es la más baja en cuanto a rupturas de matrimonios del último cuarto de siglo, después de haber alcanzado las 25.341 del año 2006, el dato más alto, o la mayor proporción de disoluciones en comparación con los enlaces celebrados ese año, que se vivió en 2011, con un 69,4% -es decir, 7 rupturas por cada diez bodas-.
En algunas provincias el descenso de las disoluciones supera el promedio andaluz, como en Málaga (-11,6%), Córdoba (-9,5), Cádiz (-7,8%) y Granada (-6,4%). El descenso es algo menor en Sevilla (-5,8%) y Huelva (-3,3%). Sin embargo, en Jaén (0,7%) y Almería (9,1%),
la cifra es superior a la de hace cinco lustros.
La ceremonia
Como decíamos al comienzo,
septiembre es el mes en el que más bodas se celebran en Andalucía. Lo fue en 2023 (15,8% del total), como también lo era hace 25 años (el 14,1% de las celebradas en 1998). Por su parte,
junio se ha convertido en el segundo mes más elegido en la actualidad, después de ser el cuarto en 1998 (un 13,2% frente a un 10% entonces). En ese tiempo,
octubre ha pasado de ser el segundo al tercero (baja del 13,4% del total al 11,5%) y la mayor caída la sufre el mes de
agosto, que era el tercer mes con más bodas celebradas en 1998 (un 12,7%), pero el pasado año (5,9%) solo superó a los meses invernales -diciembre, enero y febrero- como fecha elegida.
Septiembre es el mes más elegido en
todas las provincias y siempre
por encima del 15% del total de las celebradas durante el año -excepto en Sevilla (14,1%)-, con especial predilección en Cádiz (17,3%), Jaén (17%) y Huelva (17%). Igualmente, junio es el segundo más elegido en todas las provincias excepto en Huelva, donde le supera julio (12%). En el lado opuesto,
enero es el mes con
menos bodas en todas las provincias, con su dato más alto en Almería (4,3%) y el más bajo en Jaén (2%).
Otro de los
grandes cambios de estos 25 años en lo que a los enlaces matrimoniales se refiere es el
predominio de las bodas civiles, que en 2023 fueron un 72,7% (más de 23.500), frente al 17,9% de 1998 (algo menos de siete mil). Ese auge va en
detrimento de las celebradas en las iglesias, que eran amplia mayoría hace 25 años (más de 31.600, un 81,9% del total) y que el pasado año no llegaron a nueve mil (27,3%).
Por aquel 1998 las bodas con ceremonia católica superaban el 80% del total en todas las provincias salvo en Cádiz (78,8%) y Málaga (75,6%). Precisamente
Málaga sigue liderando el porcentaje de bodas civiles 25 años después (un 81,8%, frente al 24,1% de aquel entonces). Junto a ella, solo Almería (80,8%) supera hoy en día la barrera del 80% de ceremonias por lo civil. En el resto rondan ese 72% del promedio andaluz. Si bien son mayoritarias en todas las provincias, en los casos de Jaén (43,4%) y Córdoba (37,4%), las bodas por la iglesia alcanzan sus cifras más altas.
Los cónyuges
En cuanto a los cónyuges, es evidente que el mayor cambio reside en la posibilidad de matrimonios
entre personas del mismo sexo, algo que en 1998 todavía no recogían las leyes. El primer año en el que pudieron celebrarse bodas entre personas LGTBI fue 2005 y apenas fueron 160 enlaces, un 0,4% del total. En 2023, a nivel porcentual el incremento es leve (un 3,7% del total), pero la cifra se ha multiplicado por algo más de 7,5 en estas casi dos décadas.
Las provincias donde las
bodas LGTBI alcanzan mayor porcentaje respecto al total de enlaces celebrados son Málaga (4,7%) y Huelva (4,2%). En el resto de provincias ese dato supera el tres por ciento salvo en Jaén, donde roza esa barrera (2,9%).
En cuanto a la
diferencia de edad entre los contrayentes, siguen siendo mayoría las parejas con
un año de diferencia entre ambos miembros. Fue el 18,6% de los casos el pasado año, algo menos que el 21,7% del año 1998 en Andalucía. El porcentaje va descendiendo a medida que aumenta la diferencia de edad. Sin embargo, eso ocurre solo con las
parejas heterosexuales, en las que el caso más frecuente (18,7%) es una diferencia de un año. En cambio, entre matrimonios
del mismo sexo, el caso más frecuente es el de más de diez años de diferencia (17,2% de las parejas).
Todas las provincias coinciden, tanto en el global de enlaces como en el caso de las parejas heterosexuales en que en la diferencia de un año entre los cónyuges es la más frecuente. Igualmente, en todas las provincias el caso más frecuente en parejas homosexuales es que la diferencia sea de más de diez años, salvo en Almería (16,9%) y Huelva (17,1%), donde predominan las parejas con tres años de diferencia de edad, y en Córdoba, donde la diferencia de edad predominante es de solo un año (18,3%).
También se observa un cambio en la
edad de los cónyuges, que
se ha elevado. Se refleja ese incremento de la edad media de los cónyuges en algunos datos. Por ejemplo, las bodas entre dos personas de menos de veinte años, que apenas fueron una docena en 2023 (316 en 1998). Y el más claro: en 1998,
el caso más frecuente fue el de una boda entre dos personas de entre 25 y 29 años (10.892 parejas); mientras que el pasado año el caso más habitual, aunque con una frecuencia bastante menor (5.143 parejas), es el de un enlace entre dos personas de entre 30 y 34 años.
El último aspecto en el que se aprecian cambios es el
estado civil de los contrayentes. No los hay en el caso mayoritario, que sigue siendo el de personas solteras, aunque si en 1998 eran el 95,6% de los que se casaban, en 2022 –último año con datos disponibles en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA)- son el 82,5%. Tampoco varía apenas el porcentaje de viudos/as entre quienes contraen matrimonio (un 0,7% tanto en 1998 como en 2022). Sí se nota el cambio en el caso de las personas
separadas o divorciadas que vuelven a casarse, que hace 25 años apenas eran un 3,7% del total (2.840), el último año fueron un 16,8% (11.544),
cuatro veces más.
En todas las provincias son mayoría los que acuden a casarse siendo solteros, por encima del 80% -con los porcentajes más altos en Córdoba, un 85,6%, y Jaén, un 85,4%- en todos los casos,
salvo en Huelva (79,1%), donde también se da el único caso en el que los viudos que vuelven a casarse alcanzan el 1% del total. En cuanto a la cifra de divorciados y separados que repiten boda los porcentajes más altos respecto al total de cónyuges se dan en Huelva (19,9%) y Málaga (18,7%).