Un total de 13.247 mujeres son policías nacionales, lo que supone un 18,3 % del total de la plantilla del cuerpo, que desde 2018 ha incrementado la presencia de agentes femininas en un 45,8%, un alza que también se ha trasladado en este periodo a los puestos de mando, con un aumento del 186 % de las comisarias principales o del 91 % de inspectoras jefa.

Son algunos de los datos que el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, ha expuesto este jueves ante la comisión de Interior del Senado, donde ha repasado la hoja de ruta del cuerpo que en 2026, ha avanzado, alcanzará una nueva cifra récord de 75.435 policías.

Pardo ha calificado como "gran salto" la presencia de la mujer en la Policía en los últimos 8 años, desde que el PSOE gobierna. "Hay 13.247 mujeres, 4.165 más que en 2018, un 45,8 % más entre 2018 y 2024".

Además, ha enfatizado que el porcentaje de mujeres ha pasado de representar un 14,4 % a un 18,3 %, un incremento aún más llamativo en el caso de los puestos de responsabilidad.

Parco ha señalado que de 2018 a julio de 2024, el número de comisarias principales se ha casi triplicado, con un incremento de un 186 %; el de comisarias ha aumentado un 32 % y el de inspectoras jefas ha crecido un 91 %.

En la Junta de Gobierno son ya cinco las mujeres en puestos de la máxima responsabilidad en asuntos "tremendamente relevantes" como la gestión del presupuesto y la contratación, la división de cooperación internacional o la subdirección de Recursos Humanos y formación de la Policía Nacional, "la número tres de la institución".

"Muchas jóvenes consideran que ingresar en la Policía Nacional es una buena opción profesional", ha aludido su máximo responsable ates de apuntar que en la última convocatoria para ingresar en la escala básica del cuerpo el 36,2 % de los aspirantes son mujeres, en tanto que superan a los hombres las que optan a la escala ejecutiva. "El 53,2 % de los aspirantes son mujeres".

Durante su intervención, Pardo ha repasado algunas medidas adoptadas e materia de igualdad para romper "esos techos de cristal" que dificultaban la incorporación de mujeres a la Policía Nacional o que limitaban el posterior desarrollo de su carrera profesional.

Entre ellos, ha citado la supresión del requisito de la altura para el ingreso o la adopción de medidas especiales de apoyo a las alumnas de la Escuela Nacional de Policía por embarazo, la reducción del tiempo mínimo de permanencia para ascender a inspectora jefa con el fin de promover el ascenso profesional de las mujeres en la policía que acceden al cuerpo nacional de policía por la vía de la escala ejecutiva.