El Ejército ruso aseguró hoy haber tomado otras dos localidades cerca de los bastiones ucranianos de Pokrovsk y Kurájove en la región oriental de Donetsk, escenario desde hace semanas de una inusitada ofensiva rusa.

Se trata de la localidad de Suji Yali, que se encuentra a unos pocos kilómetros al suroeste de Kurájove, ciudad prácticamente cercada por las tropas rusas, informó el Ministerio de Defensa ruso en su parte de guerra semanal.

Además, las unidades de la agrupación militar Vostok se hicieron con el control de Pustinka, que se encuentra a medio camino entre Kurájove y Pokrovsk, más al norte.

Según la plataforma ucraniana DeepState, los rusos también conquistaron Stari Terni, que está a las afueras de Kurájove, con lo que Moscú controla casi todas las localidades en las inmediaciones de esa plaza fuerte.

Fuentes oficiales informaron la víspera a la agencia TASS que "la carretera entre Kurájove y Zaporiyia ha sido prácticamente cortada" y que los defensores apenas tienen ya opciones de abandonar esa estratégica plaza fuerte, que tenía menos de 20.000 habitantes antes del comienzo de la guerra.

Los blogueros militares ucranianos reconocen que la caída de Kurájove "es cuestión de tiempo" y que las tropas deberían replegarse a una carretera más defendible entre Pokrovsk y Velika Novosilka, el próximo bastión en la lista rusa.

Mientras, las tropas rusas, según fuentes de ambos bandos, sigue tomando pequeñas aldeas hacia Kostiantinivka y Pokrovsk, principal objetivo de la actual ofensiva y que acoge importantes yacimientos de coque.

Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), los rusos han tomado más territorio en el sur de Donetsk en las últimas semanas que en todo 2023.

La llegada del General Invierno no ha reducido el ritmo de los avances mecanizados rusos, aunque el coste en bajas es muy alto y, según el Ministerio de Defensa británico, éstas alcanzaron las 1.523 diarias en el mes de noviembre, con un pico de 2.000 el día 28.

Además, superaron las 45.000 bajas en noviembre, el quinto mes consecutivo en el que el ejército ruso sufre un aumento de pérdidas en sus filas.

Con todo, el ISW apunta que, al actual ritmo, los rusos necesitarían un año para conquistar toda la región de Donetsk, es decir, los 8.000 kilómetros cuadrados bajo control ucraniano.

La autorización occidental al empleo de misiles de largo alcance contra objetivos militares en territorio ruso no ha permitido a Ucrania ralentizar la actual ofensiva enemiga en el Donbás.