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Sábado 04/01/2025
 
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Almería

Las cuevas marinas del Cabo de Gata, "clave para el equilibrio ambiental" del Mediterráneo

Son formaciones fruto de miles de años de interacción entre el mar y el sustrato principalmente volcánico que caracteriza este litoral

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  • Cala Tomate del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar de Almería. -

Las aguas cristalinas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar esconden en Almería un mundo fascinante y desconocido: las cuevas marinas sumergidas y semisumergidas.

Son formaciones fruto de miles de años de interacción entre el mar y el sustrato principalmente volcánico que caracteriza este litoral, un ejemplo del rico patrimonio natural que alberga este espacio protegido.

La Junta de Andalucía ha señalado en una nota que "con medidas de conservación y sensibilización trabaja para preservar este delicado ecosistema, clave en el equilibrio ambiental del Mediterráneo".

El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, con sus más de 49.000 hectáreas protegidas, es uno de los más importantes parques marítimo-terrestres de Andalucía.

Declarado Reserva de la Biosfera (1997), Zona de Especial Protección de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM, 2001) y Geoparque Mundial (2006) por la UNESCO, combina paisajes volcánicos únicos, como acantilados y playas, con extensas praderas de Posidonia oceánica y hábitats costeros que sustentan una biodiversidad extraordinaria.

Con más de 12.000 hectáreas marinas, es hogar de especies emblemáticas como la lapa ferruginosa, catalogada en peligro de extinción, y una gran variedad de especies de flora, de invertebrados, peces y aves marinas.

El Parque cuenta con una red de infraestructuras para la interpretación ambiental, como el Centro de Visitantes Las Amoladeras y el Jardín Botánico del Albardinal, que ofrecen información sobre la fauna, flora y geología del entorno. Las instalaciones son el punto de partida para explorar la riqueza de este espacio protegido, tanto en su superficie como bajo el agua.

Actualmente, se han identificado 19 cuevas marinas en el Cabo de Gata, según el inventario realizado en el marco del programa europeo LIFE IP Intemares. Estas cuevas, algunas de las cuales superan los cuarenta metros de longitud, son hábitats fundamentales para invertebrados, peces y otras especies marinas.

Si bien se conocen con bastante precisión algunas de sus comunidades marinas, como las praderas de Posidonia oceánica o de Cymodocea nodosa, ambas consideradas Hábitat de Interés Comunitario, hasta el momento no se habían estudiado en profundidad las comunidades de sustrato rocoso de este espacio.

LOS TRABAJOS DE LA JUNTA SE CENTRAN EN DOS HÁBITATS

Los trabajos realizados por la Junta de Andalucía dentro del Proyecto Life IP Intemares se han centrado en dos hábitats con esta misma consideración a nivel europeo: las "Cuevas marinas sumergidas y semisumergidas" y los "Arrecifes".

El hábitat de las cuevas marinas incluye cavidades situadas bajo el nivel del mar o expuestas al mismo, al menos en marea alta. Sus paredes, techos y fondos ofrecen un entorno idóneo para el desarrollo de comunidades biológicas que se encuentran en estas cavidades, así como una protección para muchos organismos frente a depredadores y condiciones ambientales adversas.

Entre las especies propias de estos ambientes umbríos destacan crustáceos, esponjas, moluscos y algunas especies de peces endémicos. Igualmente, estas cuevas juegan un papel fundamental en la reproducción y protección de diversas especies. Oscuridad y relativa inaccesibilidad las convierten en lugares ideales para el desove y cría.

El mapeo detallado de estas formaciones, realizado como parte del programa Proyecto LIFE IP Intemares, ha permitido consolidar un registro exhaustivo de este tipo de hábitat en Andalucía. Este trabajo ha sido esencial para implementar medidas de conservación adaptadas a las particularidades de estas cavidades.

ARRECIFES

Por su parte, el Hábitat de Interés Comunitario 'Arrecifes' contempla comunidades marinas de sustrato rocoso, así como sustratos de origen biogénico, sumergidos al menos en la marea alta, que pueden extenderse fuera del agua formando acantilados costeros o situarse a mayores profundidades mar adentro.

La excepcional riqueza geológica del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar se refleja en una gran diversidad de estas formaciones en sus fondos. Los trabajos realizados en el Proyecto LIFE IP Intemares han permitido inventariar más de 150 comunidades marinas diferentes, de las cuales en torno a 100 son comunidades de sustrato rocoso o arrecifes.

De los 15 espacios protegidos objeto de este proyecto europeo, Cabo de Gata-Níjar destaca en este sentido al poseer la mayor diversidad de comunidades marinas en general, y especialmente en lo que se refiere a fondos de arrecife.

Algunas de estas comunidades son especialmente destacables, como los arrecifes de vermétidos, constituidos por pequeños moluscos (Dendropoma lebeche, especie incluida en los Catálogos Español y Andaluz de Especies Amenazadas), en asociación con algas calcáreas que en Cabo de Gata poseen las mejores poblaciones a nivel regional y algunas de las más destacables también en el ámbito nacional.

Por otro lado, a nivel cartográfico, se han desarrollado estudios de modelización destinados a delimitar con mayor precisión las áreas de arrecifes de este espacio protegido.

Tanto en el caso de las cuevas marinas como de arrecifes, además del inventario y avance en el conocimiento a nivel biológico y ecológico de sus comunidades, se ha llevado a cabo un seguimiento del estado de conservación y presiones detectadas sobre las mismas, y se está desarrollando un estudio de capacidad de carga a nivel regional de los espacios protegidos contemplados en el proyecto.

En este sentido, en el caso de las cuevas, se realiza seguimiento periódico de algunas de estas cavidades utilizando el índice de calidad CavEBQI, adaptado al mar de Alborán, para evaluar el estado de las cuevas y detectar posibles alteraciones.

CONSERVACIÓN Y REGULACIÓN DEL ACCESO

Conscientes de la importancia de las cuevas, la Junta de Andalucía tiene establecidas medidas para garantizar su conservación a largo plazo. La regulación del acceso es una de las herramientas principales. Actividades como el buceo y el uso de kayaks están permitidas únicamente en condiciones controladas, asegurando que los visitantes puedan disfrutar del entorno sin comprometer su integridad.

Esta regulación implica, además de las limitaciones, oportunidades para promover un turismo sostenible y respetuoso. Las visitas guiadas y actividades interpretativas permiten a los visitantes comprender la importancia de estas formaciones y el papel que desempeñan en el ecosistema marino.

La educación ambiental se convierte así en una herramienta clave para sensibilizar a la población sobre la necesidad de proteger este patrimonio natural. La preservación de las cuevas marinas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar no sería posible sin un enfoque integral que incluya la educación y la sensibilización.

Los centros de visitantes del parque, como el Centro de Visitantes Las Amoladeras, ofrecen información detallada sobre el valor ecológico de las cuevas y otros hábitats del parque. Además, organizan actividades didácticas que permiten a los visitantes comprender la importancia de conservar este patrimonio natural.

Los centros de buceo de la zona, que incluyen entre sus inmersiones visitas a algunas de estas cuevas, son respetuosos con el medio y transmiten el empleo de buenas prácticas a los buceadores que acceden a ellas.

Estas iniciativas educativas, dirigidas tanto a turistas como a la población local, refuerzan la idea de que la protección de las cuevas no es solo una tarea de los gestores del parque, sino una responsabilidad compartida. Visitar estos espacios es también una invitación a conocer más sobre la riqueza del parque y las especies que lo habitan. Más información sobre actividades y visitas se puede encontrar en el portal Ventana del Visitante: Cabo de Gata-Níjar.

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