El 30 por ciento de los niños presenta problemas de sueño a lo largo de su desarrollo y trabajar en su mejoría puede disminuir en un 30 por ciento la probabilidad de sobrepeso y en un 25 por ciento el riesgo de ansiedad y depresión, además de aumentar en un 40 por ciento el rendimiento escolar, según ha advertido el pediatra Gonzalo Pin.
"Durante estos primeros años, el sueño sirve para que se vayan formando las redes neuronales que van a durar durante toda la vida", ha añadido el coordinador del Comité de Sueño y Cronobiología de la Asociación Española de Pediatría (AEP) este martes en una rueda de prensa organizada junto a la Sociedad Española del Sueño (SES) con motivo del Día Mundial del Sueño, que se conmemora este viernes.
Pin también ha querido enfocarse en la adolescencia, una época en la que se producen cambios neurohormonales que retrasan los ritmos circadianos y llevan a que los jóvenes se duerman más tarde.
Según ha alertado, el problema va más allá, pues la mitad (52%) de los adolescentes tienen un 'jet lag' social "constante", es decir, priorizan actividades de ocio por encima del sueño, y esto provoca dificultades de concentración, de control de estímulos y para tomar decisiones de manera racional.
Por ello, ha destacado que se debe "dar la oportunidad" a todo niño y adolescente de que duerma las horas que necesita, que son diferentes para cada uno. "Los horarios, tanto académicos como escolares como familiares y el estrés y la rapidez de las cosas, impiden tener la oportunidad de dormir las horas que cada niño necesita", ha explicado.
En este sentido, ha detallado que una medida positiva sería retrasar el horario de inicio del instituto, como ya se ha hecho en otros países, ya que está demostrado que entre las 8 y las 10 de la mañana su capacidad de mantener la atención es menor y va incrementándose hacia las 11, para después volver a bajar un poco y aumentar tras la comida.
FOMENTAR HÁBITOS DE SUEÑO SALUDABLES DESDE LA INFANCIA
Pin ha hecho hincapié en que el sueño es "fundamental" durante la infancia y la adolescencia, no solo por su contribución al desarrollo, sino porque los patrones de sueño establecidos en esta época tienden a persistir en la edad adulta. De hecho, ha resaltado que el 90 por ciento de los niños con buenos hábitos de sueño los mantienen en la adolescencia.
"La sociedad tiene que entender que, durante estos primeros años, es una responsabilidad social y política el facilitar los horarios adecuados para cada etapa evolutiva, porque eso va a generar una disminución del gasto público", ha agregado.
Como miembro de la Asociación Española de Pediatría, ha reclamado la formación de los pediatras en las facultades para que cuenten con la capacidad de ofrecer la "suficiente calidad asistencial" para atender la promoción y prevención del sueño en los menores.
"Cuidar el sueño durante la infancia y la adolescencia es cuidar el sueño y la salud mental del niño, del adolescente y del adulto", ha subrayado.
Por su parte, la neurofisióloga clínica, Ana Teijeira, portavoz de la SES para las actividades del Día Mundial del Sueño, ha insistido en que el "principal problema" de las cifras de trastornos de sueño que hay en España, donde una de cada cinco personas duerme mal, es la falta de una buena promoción del sueño desde la infancia.
"En la edad adulta, gran parte de los problemas de sueño que vemos son derivados de la falta crónica de sueño, debido a hábitos sociales, personales o necesidades laborales o familiares que nos hacen bloquear horas de sueño", ha detallado.
Para el paso de los pacientes infantiles con trastornos de sueño de los especialistas en Pediatría a las unidades de sueño para adultos, la experta ha explicado que la apuesta de la SES es la creación de una consulta de transición, como existe en otras patologías. Con ello, el profesional del sueño podría disponer de la información de la evolución que ha tenido el niño y este no se sentiría un "extraño" en la consulta para adultos.
