El último episodio lo vivieron el día de Reyes, cuando una alcantarilla comenzó a desbordarse y las aguas fecales encharcaron la plaza y se filtraron hasta inundar el cuarto de contadores del edificio, al parecer, porque las raíces podrían haber roto alguna tubería. "Está rompiendo toda la plaza; cada día se abren nuevas grietas pero el día de Reyes fue un desastre porque se atoró la alcantarilla y comenzaron a salir las aguas negras: fue horrible. Lo peor es que hubo una filtración hasta el cuatro de contadores, que se llenó de agua hasta aproximadamente medio metro.", explica Mª Antonia Marín, una de las vecinas, "y no sólo por el olor que desprendía, que era insoportable, sino por el peligro de que hubiera un cortocircuito". Cuando llegaron los operarios a desatascar la alcantarilla les dijeron que no podían hacer nada por el cuarto de los contadores pero, cuál fue su sorpresa cuando, al retirar el agua de la alcantarilla, desapareció también el del cuarto pues, según parece, el agua volvió a ocupar su espacio natural. "El olor era insoportable pero la principal preocupación eran los contadores, por no hablar de lo perjudicial que es para los pisos que haya filtraciones de agua", se lamenta otra vecina de la zona.
Pero no se trata de un problema puntual, ya que los vecinos están cansados de avisar al Ayuntamiento para que les busque una solución que nunca llega, y que ha hecho que no puedan vivir a gusto ni en sus propias casas, no sólo por el hedor sino porque por las grietas del árbol salen enormes ratas y montones de cucarachas. "Como cada día se cuartea más el suelo, las ratas enormes y las cucarachas anidan debajo y salen por las grietas. Hemos tenido que colocar bloques de hormigón en los huecos de las raíces del árbol para intentar cortarles el paso pero es que es imposible", señala Marín. Y es que ante el peligro de que los roedores y los insectos les entren en casa, el portal está permanentemente cerrado, lo que hace que el mal olor se concentre hasta límites nauseabundos.
Su intención no es que corten el árbol, ya que les han llegado a decir que tiene más valor que sus propias casas, sino que intenten trasplantarlo o levantar el nivel de la plaza para hacer sitio a las raíces. “No queremos que corten el árbol pero sí que busquen una solución adecuada porque esta situación es insostenible”, asegura Mª Antonia. "A mí me da mucha pena que lo corten pero es que nos tienen que buscar una solución porque nos está haciendo la vida imposible", añade Ana María Muñoz, otra de las vecinas.
Ante esta situación desesperada los vecinos piden que se zanje definitivamente una situación que por desgracia ya se ha hecho habitual para ellos y que están seguros se volverá a repetir en cuanto llueva y se atasque el alcantarillado porque que cada día va a más.
Dos años con el mismo problema
Durante dos años los vecinos de este edificio han aguantado las averías periódicas que sufre la red de alcantarillado de la zona sin que desde el Consistorio se le encuentre una solución definitiva. Están cansados de mandar escritos explicando la situación ya que la respuesta es siempre la misma: el árbol se trata de un ejemplar protegido que no puede ser talado. Sin embargo, es el causante de las roturas continuas que sufren las tuberías de saneamiento y de que el acerado de toda la zona se resquebraje, ya que sus enormes raíces se abren hueco para seguir creciendo. Así las cosas, los vecinos reclaman una solución para un problema que los trae de cabeza.
