Emilio Fornieles (Terrasa, 1975), un pintor que fue apadrinado por José Saramago, ha decidido atacar a la economía alemana con arte y ha metido en probetas de poco más de diez centímetros a algunos de los personajes teutones más famosos de la historia.
Tras hacer cuadros de gran formato en poco más de media hora, ahora, con una técnica casi imposible de explicar, ha metido en probetas a Marlene Dietrich, Johannes Gutenberg, Ana Frank, Gunter Grass, Albert Einstein, Goethe, Johan Sebastian Bach.
La serie se llama "The Essence", y es la continuación de "Las Esencias de La Luz", una de las sensaciones de la última edición de la feria de Madrid "Arco", que el próximo verano se podrá ver en Berlín, al llegar a buen fin un apadrinamiento de la embajada de España en la capital alemana.
Como destaca el artista, afincado en Lepe desde su niñez, las negociaciones para exponer su obra en Berlín se iniciaron a finales del pasado verano, cuando unos galeristas alemanes se interesaron por tener su obra, y tras llamar a muchas puertas, resultó que pudo tener el apoyo de la propia embajada.
A diferencia de en la cita de Arco, esta vez los retratados dentro del vidrio azul son personajes relevantes y esenciales en la historia de Alemania, como pensadores, músicos, investigadores, científicos, inventores o artistas, "todo un largo etcétera de genios referentes para las generaciones posteriores a nivel universal", ha señalado el artista a Efe.
Se trata de un proyecto conceptual que retoma muy artesanalmente el retrato a través de la miniatura, y que en el caso de la cita de Madrid se basaba en personajes de la provincia de Huelva: "Un proyecto con el retrato como excusa, siempre presente, con la diferencia esta vez y por consiguiente dificultad de haber elegido un soporte de mínimas dimensiones, unos escasos 10 centímetros, en contradicción con aquellos tableros de madera contrachapadas elegidos para series predecesoras".
Los cuadros se realizan interiormente, por dentro del cristal, manualmente y con pintura plástica, un trabajo casi de cirujanos de precisión, que sirvió para que en la primera serie naciesen las originales efigies de gente como Vicente Yáñez Pinzón, Cristóbal Colón, Juan Ramón Jiménez, Daniel Vázquez Díaz, José Caballero o Antonio León Ortega.
De forma paralela trabaja en "Flores del lupanar", un homenaje a las mujeres que se dedican a la prostitución, una serie de cuadros en los que expresa que "aún hoy día, cuando todavía parece inconcebible o inaceptable por una comedida parte de la sociedad, el ejercicio de la profesión en lupanares o mancebías sigue su curso gracias a la solicitud ingente que el demandante (generalmente masculino) presenta".
'Flores del lupanar' es un enaltecimiento "a una profesión vieja, antigua, incluso de culto, y que recoge no solo a la mujer como objeto de placer o goce, sino al hombre, al niño, incluso al animal, y es que también biológicamente se han descubierto formas de prostitución en otras especies animales, por tanto hablamos de una profesión inherente a la vida".
La diversidad de su vida artística ha provocado muchas reacciones, aunque grabada en su mente queda lo que Saramago escribió sobre él: "Una lista inabarcable de esencias que esta tierra genera o congrega y que seguirá haciendo, en ámbitos y disciplinas diferentes".