Hasta La Antilla se fueron el pasado sábado 5 de octubre estos amantes del triatlón para medir sus fuerzas, alguno en su primer Ironman, y finalizar el primer triatlon del mundo que pasa por dos países, España y Portugal.
Estos valientes deportistas tuvieron que “comerse” 3 km 800 metros nadando, 180 km en bicicleta y para terminar 42 km corriendo, y los cuatro consiguieron llegar a meta y disfrutar de una gran experiencia.
El más experimentado y de los mejores ultra fondistas que haya nacido en nuestra ciudad es Manolo García Ortiz, trabajador del PDM ronda, y precursor de este bonito deporte como es el triatlón en nuestra ciudad. Para él era el 11ª Ironman, decir esta palabra es fácil pero es la meca de cualquiera que se inicia en este deporte y para muchos una utopía.pues Manolo parece que lo hace muy fácil ,a pesar de no ir especialmente entrenado, ya que eso requiere mucho tiempo, consiguió finalizar el 57 en la general, 10ª de más de 40 años, de 700 participantes de España y Portugal con un tiempo de 11 horas 15 minutos. Todo un éxito.
Pedro Muñoz, rondeño del cuerpo de Bomberos de nuestra ciudad, debutaba en esta larga distancia, aunque no lo pareciera por sus tiempos, 30º en la general, 9ª de su categoría y tiempo de profesional de 10.48.55, demostró su fortaleza en todos los segmentos sobre todo en la maratón con un parcial de 3.42.04, como si nada.
Otro crack fue José María Martínez, legionario rondeño, que también debutaba y se marco un carreron. Sus tiempos no son de debutante, el trabajo se vio recompensado al conseguir 10 horas 59 minutos, recorriendo 3 km 800 metros en el agua en 1.06 minutos, entre los mejores 20 tiempos, y completando los demás segmentos en grandes marca. El puesto en la general fue el 35. Lo bordó.
Francisco Muñoz “Kiko” también realizo otro espectacular tiempo, quedando entre los 100 primeros y necesitando solo para llegar de vuelta a La Antilla, 11 horas 30 minutos. No lo conocemos pero nos dicen que es un toro “físicamente” y es de los más carismáticos del grupo de entrenos, eso también se podía puntuar, pues creemos que debe ser el valor fundamental del deportista, felicidades.
Gran ambiente el que vivieron estos rondeños en la frontera con Portugal, y demostraron que el nivel de triatletas que hay en nuestra ciudad cada día es mayor, pues vemos a lo largo del año en toda la geografía nacional a alguno de los nuestros batiéndose el cobre. Esperemos que esta buena salud que atraviesa el triatlón se vea refrendada un día con el nacimiento de un club que lleve el nombre de la ciudad el tajo allá donde vayan estos fenómenos, sabemos lo que cuesta formar un club pero al parecer algo se está cocinando. Eso deseamos.