Siempre echando la tan necesaria mano en defensa, cortando y peleando como el que más en la medular, Moreno ha dejado bien claro que es uno de los buques insignias de este equipo, del que ya forma parte de la historia. De hecho, durante el transcurso de esta temporada, el capitán moral de la entidad azulina -dejó el brazalete por toda la carga extra que le suponía en un club con tantos follones y líos- se convirtió en el futbolista que más veces ha lucido la elástica xerecista al superar a Pepe Ravelo, que llegó en su día a los 350 encuentros.
Moreno ya pensaba que no iba a poder cumplir su sueño de jugar en Primera con el Xerez, pero en el año quizás más inesperado, le ha llegado ese premio que ha perseguido durante sus temporadas como azulino. El próximo año será, sin lugar a dudas, una guinda para su dilatada carrera como xerecista.
Aunque los años van pasando, Vicente para nada ha notado la carga de partidos, la presión, la tensión. Físicamente ha rendido a un nivel altísimo y han sido muchos los ingredientes que ha aportado al notable juego de los azulinos. Será difícil imaginar el día de mañana un Xerez sin el valenciano.