El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha decidido tomar medidas ante dos casos de hepatitis A detectados en una guardería de la ciudad. Sólo cuando se confirmó el segundo, se optó por vacunar o administrar dosis de inmunoglobulina a los menores y adultos que han estado expuestos al virus.
Sin embargo, el SAS era conocedor del primer caso al menos desde el pasado 16 de junio, pero ni ordenó, ni recomendó a la guardería o a los padres que se tomasen medidas al respecto. Así lo confirma el propio SAS, que define el primer caso como “aislado”, pero que reconoce que se decide actuar al ser oficial el segundo, aunque no se precisó la fecha en la que se tuvo constancia del mismo.
Con esta demora, el SAS incumple sus propias normas, que dictan que en casos de guarderías, se administrará vacuna o profilaxis, “cuando se produce uno o más casos en niños o empleados de la guardería”.
El Protocolo de Alerta por hepatitis A (actualizado en marzo de 2009) establece que esta alerta se debe activar, entre otras circunstancias, cuando exista: “Un caso en guardería o centro de preescolar”. Un precepto que se cumple desde mediados del mes pasado, aunque no se actuó.
Igualmente, la detección entra en los parámetros, ya que una pediatra del SAS informó al Distrito Sanitario de que había un caso de hepatitis A en un menor de la guardería en junio.
Desde entonces, los sanitarios del SAS (pediatras, epidemiólogos, enfermeros...) han actuado erráticamente, prescribiendo a unos menores una medidas, otras diferentes a otros e incluso recomendando no actuar. La opción de algunos padres fue vacunar a los pequeños.
Caos absoluto
Algunos pediatras dieron parte a los epidemiólogos del SAS al encontrarse con niños, menores de 2 años, que habían estado expuestos al primer caso. La respuesta del Distrito fue clara: había que administrar profilaxis de inmunoglobulina en una dosis de inyección intramuscular. En algunos de los volantes se llegó a escribir: “Administrar lo más pronto posible”.
Pero el propio SAS que prescribe la inyección es incapaz de ponerla. En centros de salud como El Mentidero, El Olivillo e incluso fuera de Cádiz no disponen de inmunoglobulina, ni tienen intención de encontrarla. En varios casos se derivaron a los pequeños a Urgencias Pediátricas del Hospital Puerta del Mar.
En la farmacia del centro de referencia de la provincia tampoco disponen de la inyección o la vacuna, pero mucho más llamativo es que los propios pediatras y auxiliares del servicio rechazan la administración de la inmunoglobulina para los niños que hayan estado expuestos a hepatitis A. De nada sirve el volante si no hay ni inyección, ni intención de ponerla.
Esto vuelve a contradecir el protocolo, que establece que “a las personas que recientemente han estado expuestas al virus de la hepatitis A sin haber sido previamente vacunadas se les administrará una dosis de vacuna o inmunoglobulina (IG 0.02mL/Kg) tan pronto como sea posible, dentro de las 2 semanas tras la exposición”.
El SAS ha explicado que se ha actuado conforme al protocolo, ya que éste puede “interpretarse”. Las fuentes de la Delegación de Salud de la Junta aseguran que ante el primer caso, “aislado, porque no había síntomas en nadie más, no había que tomar otra medida que actuar en el entorno del menor”. Sin embargo, el entorno del menor no comprendía la guardería, según el SAS.
Todavía quedan por vacunar niños y adultos
Tras confirmarse un segundo caso de hepatitis A en una guardería, el Distrito Sanitario ordenó que se administrasen inyecciones de inmunoglobulina y vacunas contra el virus (según el caso) a los menores y adultos que han estado directamente en contacto con el primer caso, pero no se ha tomado la misma medida con el segundo. Así, tras solicitar las autorizaciones paternas, auxiliares de un centro de salud cercano se trasladaron a la guardería ayer para repartir los pertinentes pinchazos. Sin embargo, el SAS no había logrado hacer acopio de suficientes dosis. Según la Delegación de Salud, queda tres menores por tratar, pero en este recuento se ha dejado de lado a al menos otro menor y otros adultos, cuidadoras del centro. Estos casos han sido citados hoy a partir de las 15.00 horas en el centro de salud tras buscar más dosis. El SAS dice que han sido vacunados 12 niños y 7 adultos.
Una auxiliar de enfermería confirmaba a uno de los padres que la segunda dosis de la vacuna deberá costearla cada padre y se administrará en seis meses. Ni ésta información, ni las consecuencias que tiene la inmunoglobulina en las vacunas obligatorias (sarampión o varicela queda sin efecto), han sido expuestas a los padres. El virus de la hepatitis A no tiene graves consecuencias en niños de 0-3 años, que se recuperan sin secuelas. El periodo de incubación oscila entre los 15 y 50 días y deben tomarse medidas a las dos primeras semanas de activar la alerta.