El sector del ibérico de dehesa ha certificado en la última campaña de montanera un total de 703.000 cochinos ibéricos de bellota, una cifra cercana al techo del ibérico, ya que la disponibilidad de bellota es lo que marcha el número de cochinos que pueden certificarse como ibéricos de bellota o ibérico puro de bellota. Es una de las conclusiones clave de las XXXIII Jornada Ganadear, Forestal y de la Dehesa, celebradas esta semana por Asaja-Sevilla en Cazalla de la Sierra.
El encuentro tuvo como plato fuerte la mesa redonda sobre el presente y el futuro del porcino ibérico, en la que partiendo del análisis que hizo del sector el presidente de la sectorial de porcino ibérico de Asaja, José María Molina, se entabló un jugoso debate, moderado por el veterinario Juan Bilbao, con el presidente de la DO Jabugo, Guillermo García-Palacios, el consejero delegado de Romero Álvarez, Guillermo Romero, y el presidente de Corsevilla, José Manuel Castillejo.
Molina alertó de que el progresivo incremento de los sacrificios de ibérico de bellota “nos puede llevar a producir más de lo que puede absorber el mercado”, mientras que Guillermo Romero sostuvo: “El periodo de bonanza que vive el porcino ibérico de bellota se mantendrá al menos otros cuatro años”, puesto que en este momento la demanda supera a la oferta.
Un millón
“Mientras no vayamos a producciones de un millón de cochinos ibéricos de bellota por campaña, los precios continuarán siendo atractivos para los ganaderos”, remachó Romero.
Por su parte, Guillermo García-Palacios fue quien se mostró más crítico con la norma por haber dado entrada al porcino criado fuera de la dehesa, reivindicó el papel del pequeño y mediano ganadero y del pequeño y mediano secadero tradicional frente a las grandes corporaciones cárnicas que “están copando el sector y que van camino de convertir a los ganaderos de toda la vida en sus pastores”. La DO Jabugo ha apostado por certificar bajo su sello sólo ibérico puro de bellota.
En este sentido, hubo también coincidencia a la hora de reclamar mayores controles en el sector y, mayores sanciones para los incumplidores, y así mismo hubo consenso a la hora de expresar las reticencias hacia los productos ibéricos certificados bajo la denominación de “cebo de campo”, cuyas cifras se han duplicado en los últimos dos ejercicios, pasando de 321.000 en 2014 a 630.000 cochinos en la última campaña. Un incremento facilitado por la norma de calidad del ibérico de 2014, que creó esa categoría.
