La provincia de Málaga cerró el pasado junio con un total de 141.363 personas registradas en los servicios de empleo públicos, produciéndose así un decremento de 5.774 personas en relación al mes anterior, lo que supone un descenso del -3.92%. Sin embargo en el mismo periodo del año anterior el paro bajó en 6.139 personas. Respecto a la comparativa interanual, la diferencia entre junio de 2018 y el mismo periodo del año anterior es de 4.964 desempleados menos, un -3,38%.
A pesar de estos datos positivos del pasado junio, Málaga es la segunda provincia andaluza y la quinta a nivel nacional con el número de parados más alto, representando casi el 18% del total de la comunidad andaluza.
La cercanía del verano siempre ayuda en Málaga a que se produzca un descenso en el número de desempleados en la provincia y, aunque por sectores la bajada del paro se ha producido en todos, la bajada más significativa se aprecia en el sector servicios con una diferencia mensual de 4.268 desempleados menos, aún así sigue siendo el sector que recoge la mayoría de los parados de la provincia representando casi el 70% (un total de 98.218); la construcción con 309 parados menos (14.772); el colectivo sin empleo anterior que ha sufrido un disminución de 705 personas en el desempleo (17.180), industria con una caída de 351 desempleados (6.982) y agricultura con 141 desempleados menos (4.211).
Respecto a la contratación, y aunque durante el pasado mes de mayo se registraron un total de 75.028 contratos, la temporalidad sigue siendo uno de los mayores problemas de mercado laboral malagueño, ya que sigue acumulando prácticamente la totalidad de los contratos realizados, situándose en casi el 92.39% de la contratación total (69.321 contratos temporales). El número de contratos indefinidos fue de 50.707, un 7.61% del total de los firmados.
Mujeres y jóvenes en paro
La precariedad laboral, en términos de desigualdad y de discriminación salarial, se está cebando con el colectivo de las trabajadoras malagueñas, ya que del total de parados, más de la mitad corresponde a mujeres con el 59.20%, (83.693) de desempleadas, siendo la diferencia en este mes de 26.023 paradas más en relación a los hombres (60.968).
También los trabajadores jóvenes son los que en mayor medida están padeciendo la precarización del empleo, ya que el 8,90% de los parados son menores de 25 años, porcentaje que se reduce levemente con respecto a mayo (un 9%). Unas condiciones laborales indignas y unos sueldos irrisorios les abocan a la emigración como única salida laboral medianamente digna.
Otros colectivos con especiales dificultades de acceso a un puesto de trabajo son los parados de larga duración con más de un año intentando encontrar empleo, que asciende a 65.322 personas, lo que supone el 44.40% del total de los parados, mientras que el número personas desempleadas mayores de 45 años alcanza la cifra de 73.127 (49.70%). A su vez la población extranjera en paro se sitúa en 15.707 personas, un 11.11% del total.
Por otra parte, la afiliación a la Seguridad Social en Málaga aumentó en 9.352 personas el pasado mes, sumando 619.778 afiliados y un aumento del 1.53% respecto a mayo. Pero hay otro dato preocupante como son los desempleados que han agotado sus prestaciones por desempleo, ya que 45 de cada 100 parados no cobra ningún tipo de prestación. Únicamente 66.211 parados reciben algún tipo de ayuda.
Nuevas políticas de empleo
Para Francisco Villodres de UGT los datos “son satisfactorios por el empleo que se genera, pero hacemos hincapié en que la calidad deja mucho que desear. Tenemos que aprovechar este momento de crecimiento para hacer reformas para que mejore el empleo, la estabilidad en el trabajo y que los salarios sean dignos para el trabajador”.
“La entrada del nuevo gobierno debe hacerse notar y servir para que las políticas de empleo cambien, el dialogo social vuelva a la senda del consenso y, de forma urgente, se anulen todos aquellos aspectos de las últimas reformas laborales que son tan lesivas para los trabajadores”, concluye Villodres.
Por su parte, el CEM considera fundamental apostar por iniciativas orientadas a garantizar que las actividades productivas se sostengan en el tiempo y no se asocien a elementos estacionales, muy especialmente para el sector Servicios, principal pilar del empleo en Málaga.