El Puerto tiene que avanzar con el apoyo y esfuerzo de todos y el más mínimo paso atrás que se quiera provocar no es sino un bajo golpe a los intereses de nuestros vecinos
Cuanto más he visto y oído estos días atrás sobre el derribo de un inmueble en la finca denominada Angelita Alta, más ha ido aumentando mi estupor sobre cómo se pueden tergiversar las realidades en función de no se qué intereses. Las cosas son como son. Se puede opinar de forma diversa sobre ellas, pero ser, sólo son de una manera.
Sobre el derribo de este inmueble se han dicho en los últimos días muchas cosas que no son ciertas y que, a pesar de que el Ayuntamiento ya se pronunció hace algunas semanas, ha habido personas interesas en confundir a los portuenses, por lo que entiendo que todos los ciudadanos deben saber la verdad de la Angelita Alta.
En el año 2000, cuando se aprueba el proyecto de compensación de la unidad de ejecución PP-NO3 Angelita Alta, el Ayuntamiento presidido por el entonces alcalde Hernán Díaz firma la orden de demolición de este inmueble señalando explícitamente que “en esa parcela existen construidos caseríos destinados a viviendas y locales comerciales. Estas edificaciones no son compatibles con el planeamiento, por lo que es necesaria su eliminación”.
Así, tanto el portavoz del grupo municipal de Independientes Portuenses como la anterior propietaria del inmueble en cuestión, deben públicamente reconocer que la orden de derribo de esta finca la firmó Hernán Díaz en el año 2000, al tiempo que deben de rectificar públicamente de sus acusaciones directas a este concejal y al actual equipo de Gobierno.
Lamento que el señor Juan Gómez llegue una vez más tarde en su defensa de El Puerto, sus gentes y su patrimonio, por lo que ha vuelto a perder una magnífica ocasión para mantenerse callado, entre otras muchas cosas porque no creo que esté en disposición para enfrentarse al mandamás de su partido político.
En esa misma orden de derribo firmada en el año 2000 se señalaba que “sí se estimaba posible la permanencia en el domicilio de una anciana mientras viviera” y no se procediera a la realización de obras en dicha parcela municipal.
Además, la que dice ser propietaria de la finca vendió este inmueble en el año 1999 a Chival Promociones Inmobiliarias SL.
Es decir, la expropietaria del inmueble hace 9 años que es consciente de los fundamentos de la decisión adoptada y de que estaba haciendo un uso en precario de un bien de dominio público municipal.
La lástima es que el anterior alcalde no hiciera nunca esos trabajos en la zona, lo que ha supuesto que El Puerto no haya avanzado por la dejadez y falta de compromiso de Hernán Díaz e IP.
El actual equipo de Gobierno sí está impulsando el progreso de la ciudad y sí está construyendo las infraestructuras que El Puerto necesita.
Y no lo hacemos a lo loco. En el equipo de Gobierno somos muy conscientes de la importancia de la conservación de nuestro patrimonio histórico, pero en esta ocasión, el señor Gómez patina y peca de falta de información.
Ya en el año 2000 y ratificado ahora en 2009, el arquitecto municipal certifica la carencia total de valor patrimonial de los inmuebles derribados. Dejémonos de mentiras y de confundir a los ciudadanos.
El Puerto tiene que avanzar con el apoyo y esfuerzo de todos y el más mínimo paso atrás que se quiera provocar no es sino un bajo golpe a los intereses de nuestros vecinos.
Espero que esta interesada polémica quede zanjada por el bien de los portuenses.