Amor, desventura, cenizas, cotidianidad, tristeza, melancolía, desamor, nieblas, esperanza, ilusión, emoción, engaño, negación, alegría, obstinación, rechazo, desafío, idilios, promesas, promesas incumplidas, luz y sombras, muerte y resurrección. Todo esto y algunas paradojas, complicaciones y estados de la vida más reúne el último disco de Luz Casal, ‘La pasión’. El título, amén de lo descrito, no podía ser más indicado.
Luz Casal es cantante por encima de todo. Tiene el don de cantar verdad y una capacidad infinita como intérprete. Me van a permitir que no aplaque ni un ápice mi admiración por ella, pero no me apetece en esta ocasión. Pude disfrutarla recientemente en el concierto que dio en el patio de la Diputación de Sevilla, en la capital Hispalense. Verla en directo, créanme, es toda una experiencia. Una experiencia no sólo musical, más bien humana, porque a través de este concierto pude descubrir que un cantante cuanto más cerca está del público que le escucha, más cantante es. Y a la inversa, también he podido descubrir, ocurre lo contrario. Nunca entenderé por qué hay músicos que se intentan alejar de su público.
A lo largo de su carrera ha cultivado géneros musicales de muy diferente tipo, siendo el rock, la canción melódica y el bolero los tres que más satisfacciones profesionales le han reportado. ‘La pasión’ es un homenaje al último de ellos y, por ende, a toda esa escuela de letristas y compositores, con especial incidencia en los de procedencia sudamericana, que han logrado poner música y letra a las emociones más profundas, aquellas que son capaces de hacerse prácticamente tangibles y resultan de una belleza extrema en una acertada descripción. Una descripción que bien podría ser la de un bolero.
Se trata de un disco con sabor añejo, no parece de esta época y eso lo logran, y se agradece, una producción magistral y una Luz en sus mejores momentos. Estamos de enhorabuena, trabajos de esta calidad son muy difíciles de encontrar hoy en día en el mercado discográfico y este, además, nace para quedarse como una de las mejores opciones dentro de la discoteca de cada cual. Una de esas opciones a las que siempre se acaba volviendo.
