Los trileros legendarios de aquel timo llamado trile o mosqueta desde luego tenían una técnica depurada: ¿Ves la bolita? Te decían. ¿La ves? Sí, la veías, le seguías la pista… levantaban un cubilete y allí estaba. Otro cambio de manos. ¿La ves? Sí, la veías, y ganabas confianza. ¿La ves? Pero de pronto ya no estaba ahí. Ese es el éxito del timo: manejar los tiempos y la confianza.
La comparación de la política con el trile, o los dirigentes con los trileros, es una aportación española a las ciencias políticas. Quizá nos faltan obras monumentales de politólogos, pero para las metáforas somos insuperables; y esa es una metáfora formidable. En política hay verdaderos trileros, maestros en el arte de la confusión, haciéndote creer que ves la realidad hasta que descubres que te han vuelto a tomar el pelo y sólo era un engaño.
El Tercer Hospital, que se arrastra desde hace más de diez años, fue anunciado en primavera con todos los honores. Pero la bolita se movió. De repente se anuncia después que va a estudiarse un emplazamiento alternativo en Málaga Este. Ah, la bolita… Ahora de pronto vocean que va al Civil…. Lo de Málaga Este era el engaño, y todavía se anuncia ahora un centro de alta resolución que no se va a hacer. Otra vez crees ver la bolita, mientras se retorna a un proyecto menor criticado por ellos mismos días atrás, y además con metro, con lo que Moreno Bonilla tienen coartada para incumplir su promesa clave del Metro al PTA.
Oiga, todo esto es un timo. Un gran timo. Y ante nuestras narices, como siempre…. Aunque ahora cambien los timadores cambien el tenderete por la cuenta oficial de Facebook o Twitter. A golpe de retuit, a golpe de like… pero el mismo viejo timo de siempre.