La celebración solemne de la Eucaristía en la mañana de ayer en la Catedral, tuvo algunos gestos emotivos que en algunos momentos hicieron estallar los aplausos de los numerosos asistentes, entre ellos representantes de cofradías de toda la diócesis. En la calle, cientos de personas seguían la ceremonia por una pantalla de televisión. Así resultó de especial significado el momento de la entrega a la imagen por parte del obispo de la alta distinción, única por ahora en España, concedida por el Papa Benedicto XVI, la Rosa de Oro. Y no menos emocionante fue la entrega al obispo por los Trinitarios, en agradecimiento, de una réplica de la imagen para que se quede en la Catedral que tan bien le ha acogido en esta semana que quedará para la historia. Y si a ambiente y detalles del solemne acto hay que hacer referencia, cómo olvidar la fe de los anderos y de tanta gente como imploraba ante la Virgen de la Cabeza, o de qué manera tan especial se entona el popular “Morenita y chiquitita”...