El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, se desplazó el miércoles de esta semana nuevamente a Madrid con el ánimo de ir poniendo solución a los graves problemas económicos municipales y, en este caso, para estudiar posibles soluciones que equiparen la plantilla de trabajadores del Ayuntamiento con la realidad económica del mismo. En esta ocasión, la reunión tuvo lugar en la sede de la Dirección General de la Función Pública (Ministerio de Hacienda) para estudiar la situación “irregular” de la plantilla municipal, de ahí que el regidor esté intentando darle estabilidad y así garantizar sus puestos laborales.
El regidor no ha querido avanzar los datos técnicos en torno a las medidas estudiadas y puestas sobre la mesa, ya que se ha marcado hasta finales de año un calendario de encuentros en la misma Dirección General de la Función Pública para ir estudiando esas medidas, que pasarían inexorablemente por la aprobación próximamente de una nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) en la que, por otro lado, viene trabajando en los últimos meses la Delegación municipal de Personal que dirige la concejala María José González Peña. Según Gambín, se trata de “legalizar” la plantilla y “no crear más indefensión a los trabajadores municipales”.
El Gobierno municipal viene refiriéndose a una plantilla sobredimensionada que, dado los problemas financieros del Ayuntamiento, la institución no se puede permitir.
Situación económica
En cuanto a contactos anteriores en el Ministerio de Hacienda, el alcalde también ha señalado que será imprescindible dar un carácter de realista a la economía municipal después de haberse detectado una deuda de 31 millones de euros sin reflejo en la contabilidad municipal y fuera de consignación, así como una deuda general del Ayuntamiento cifrada en 65 millones de euros.
El gran problema, según el propio alcalde, es que la situación financiera del Ayuntamiento no tiene un reflejo real en el Ministerio, que pensaba que las circunstancias de Arcos no eran peores que las de otros municipios.
“Tenemos un déficit tremendo, no queremos seguir engañando a nadie, queremos arreglar esta situación, y si tenemos una deuda de 65 millones esta deuda tiene que aflorar, y si tenemos 31 millones no contabilizados en la economía municipal tendrán que contabilizarse… Nuestra única intención es hacer las cosas bien y no vamos a esconder los problemas que acucian al Ayuntamiento”.
Gambín se lamenta de que ningún equipo de gobierno anterior “haya querido meter mano en este tema tan complicado” y se ha reiterado en aquello de que no gobierna “para ganar elecciones, sino para hacer las cosas bien hechas”.
Con este panorama, el alcalde está intentando recuperar a toda costa los 650.000 euros de la PIE retenidos por el Gobierno central, sobre todo porque las deudas con el Estado están pasando una tremenda factura al Ayuntamiento en concepto de intereses, mucho más elevados que los que podría exigir una entidad bancaria.
