Las previsiones se cumplieron y la convocatoria efectuada por la federación vecinal de Arcos logró reunir a medio millar de arcenses para apoyar la causa del doctor Armario: la renovación del concierto sanitario con su clínica ‘Vida y Salud’. Este hecho, aunque no improbable, parece harto difícil a tenor de la falta de respuesta por parte del SAS para la renovación del servicio de resonancia magnética nuclear. Por ello, la federación, junto a los partidos políticos, sindicatos y otros sectores sociales se concentraron a las puertas de la clínica para recorrer el trecho hasta el edificio financiero y de servicios técnicos del Ayuntamiento, donde se dio lectura a un manifiesto.
El propio doctor y empresario mostró su satisfacción por la convocatoria, pues acudieron vecinos de Jédula y barriadas rurales, no sin admitir que “siempre fue difícil movilizar a Arcos”. Armario destacó que no se trata de apoyarlo personalmente, sino de apoyar un servicio sanitario de Arcos para toda la Sierra. Sin embargo, aún atisba cierta esperanza porque en los boletines oficiales no ha aparecido todavía el pliego de condiciones sobre el concierto sanitario Pascual. “Todavía se está dialogando y hay posibilidades de que todo siga como estaba, a ver si es posible”, concluía el médico.
El presidente de la federación convocante de la manifestación, Felipe Iglesias, agradeció la asistencia y manifestó que “aquí no queda ésto”, ya que el colectivo amenaza con el desplazamiento de los vecinos de Arcos a Sevilla para reclamarle a la Junta el concierto sanitario. “La gente se tiene que dar cuenta de la importancia de este servicio. Los políticos no se pueden acordar solo de la gente para que los vote”. Iglesias felicitó a los presidentes de las más de 50 asociaciones vecinales que representa la federación por el apoyo a la convocatoria.
Por parte del Ayuntamiento, el alcalde, Isidoro Gambín, se mostró obligado a reclamar “pacífica y educadamente un servicio para Arcos que es la población más importante de la Sierra”. Gambín aludió al desplazamiento de los usuarios de la salud pública a otras localidades para recibir el servicio de resonancia magnética nuclear como uno de los perjuicios de la cancelación del concierto sanitario. Sin embargo, Gambín cree que gracias al diálogo habrá una respuesta positiva del SAS para atender las demandas. En otros términos, Gambín quiere que “este servicio no se vaya de Arcos”.
Cabe recordar, como viene denunciando el doctor, que el convenio del servicio de resonancia magnética quedó suspendido por el SAS hace dos años y medio, tiempo en que la Consejería de la Junta no se ha pronunciado sobre la posible renovación. La instalación de una nueva resonancia magnética de alto campo supuso para la empresa una inversión de casi un millón de euros; desembolso que realizó confiando en que el SAS le siguiera derivando usuarios de la sanidad pública.
La suspensión del convenio le está acarreando graves problemas a la clínica, incluso para pagar sus nóminas, de ahí que también se recurrieran al argumento laboral como medida de presión a la Junta de Andalucía. En este sentido, el centro cuenta con unos 20 trabajadores, algunos de los cuales se podrían ver literalmente en la calle si el concierto sanitario no prospera.
La manifestación discurrió con las lógicas medidas de seguridad, con la presencia de la Policía Local y de la Guardia Civil, que regularon el tráfico en la zona al quedar cortada la circulación de vehículos en la avenida Miguel Mancheño durante aproximadamente una hora. En la concentración se pudo ver a los principales dirigentes de los partidos locales.
Armario aún alberga esperanzas para la renovación
En medio de la polémica con Armario, eel Consejo de Gobierno autorizó el martes al Servicio Andaluz de Salud (SAS) la suscripción de un concierto sanitario para complementar la asistencia hospitalaria pública en El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y Villamartín. En realidad, se aprobó la asignación económica para el concierto por la cantidad de 380 millones de euros. Con toda probabilidad, ambas partes –Junta y grupo empresarial- tienen que desarrollar el pliego de condiciones. El contrato, por cuatro años, incluye atención sanitaria urgente y programada (hospitalización, intervenciones quirúrgicas, consultas y pruebas diagnósticas) para unos 260.000 usuarios del sistema público. Según ha sabido este medio, hasta el momento no se ha tratado la renovación del servicio de resonancia magnética en el marco de las negociaciones con Pascual, de ahí que la clínica que ha prestado el servicio hasta hace dos años y medio vislumbre alguna posibilidad de renovación, como explicaba a este periódico el doctor de la clínica ‘Vida y Salud’, Juan Manuel Armario.
