Las plantas de día largo son aquellas que florecen cuando el día se alarga, perciben las bajas temperaturas como una señal para seguir en estado vegetativo y se desarrollan cuando crecen los días. Las plantas de día corto necesitan largos períodos de oscuridad, noches largas para crecer. También hay otras plantas que parece que les da igual, que son insensibles a la duración del día y la noche, siguen sus propios estímulos.
¿Cómo se sabe cuándo una persona está preparada para florecer? Entre las que siguen sus propios impulsos y no dependen de largos periodos de latencia tendríamos a aquellas que triunfan jóvenes. Se sienten suficientemente formadas y van tras la máquina del éxito. Tenemos muchos políticos así: Pablo Casado, Albert Ribera y Pablo Iglesias. Alrededor de ellos pululan un enjambre que les calienta la oreja y les dicen constantemente lo geniales que son, hagan lo que hagan. ¡Qué bien has bajado ese escalón! ¡Eres el mejor bajando escalones! Estas plantitas jóvenes que van a lo suyotienen unos peligrosos enemigos en los enjambres.
Ahora la política parece cosa de jóvenes, de gente que sabe manejar las redes. Por eso Trump y Putin quieren aparentar serlo jugando continuamente con ellas.
Luego están las consignas, la gente les llama promesas que no cumpliránpero su nombre técnico parece ser “lenguaje electoral”. El lenguaje electoral es aquel que se necesita y se pronuncia para ganar las elecciones, no tiene nada que ver con los verdaderos propósitos de sus oradores. Dando esto por sentado que nadie se moleste en tirar de hemeroteca más tarde, para recordárselo, se quedarán igual y se reirán en su cara.
Déjenme que prefiera las plantas de día largo, aquellas a las que el amanecer llena de vida y quita todos los cansancios, como Toni Morrison, que se pone a escribira la salidadel sol. Las obligaciones ocupaban su tiempo, el amanecer lo recuperaba para todos nosotros, sus lectores. No empezó a publicar hasta los cuarenta. Entonces y no antes era cuando sus palabras estaban maduras: “Para descubrir la verdad sobre cómo mueren los sueños una no debería fiarse de las palabras del soñador”
Saramago tuvo que acercarse a los cincuenta para consagrarse como escritor, aunque hubiese publicado algo antes. Lo fue siempre, pero estaba en estado de semilla y de esa larga oscuridad nació el gran escritor que hemos disfrutado tantos años. Me gusta su frase:“La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva”. Esta frase y la de Toni Morrison, se las dedico a nuestros brotes políticos que no han tenido tiempo de ser semilla, conocerlas les vendrá bien.