Emito una opinión personal, a propósito de la caravana de coches que partirá este domingo, a las diez de la mañana, desde la rotonda de Renfe de nuestra ciudad. Yo estaré allí para llegar hasta Despeñaperros y aportar mi granito de arena. Es cierto que esta marcha reivindicativa se ha quedado en descafeinada y bastante "light" debido a la rigidez de la subdelegación del Gobierno. Se limita la presencia a 100 vehículos, circulando por la derecha a no menos de 90 kms/hora y en horario de escasa afluencia de viajeros. Con estas extrañas normas (que no sé si las habrían aplicado en otras provincias) han roto la capacidad de influir en la sociedad y de trascender el hecho a los noticieros televisivos por el supuesto colapso que se iba a provocar. Operación verano. ¿Desactivados para que no se nos vea? Claro que, como dijo aquél, ¿quién va a impedir a cualquier jaenero que se monte en su vehículo, a esa misma hora, y haga mismo recorrido, de la misma manera que circulan los turistas por nuestras tierras en su periplo vacacional y sin rendir cuentas a nadie? Así que con 100, 500 o 1.000 coches, la cuestión que me queda de todo esto es sentirnos en la dicha de que parece que algo está cambiando.
Yo no me voy a referir si es más o menos oportuno que la convocatoria parta del Ayuntamiento de Jaén que, por otro lado, si atendemos a que es la casa de todos y una institución formal, podríamos enfocarlo como que es una marcha desvinculada de siglas políticas. Pero es que, además, percibo últimamente que hay políticos de nuestra tierra que están empezando a pedir para Jaén. Y lo están haciendo a los de sus siglas, incluso públicamente. Es más, y por poner un ejemplo, el PSOE incluyó, en la enmienda del PP andaluz, que se solicitara al Gobierno Central (actualmente en manos de las mismas siglas, y ese es el detalle) la puesta en marcha de las 25 medidas propuestas por el CES provincial para acabar con parte del desaguisado ferroviario que aisla a esta provincia. ¿Pantomimas, puestas en escena? es lógico que los jiennenses seamos escépticos porque queremos hechos y realidades a la voz de ya. Llevamos décadas de parálisis e inacción. Pero, por otro lado, venimos reclamando a nuestros dirigentes territoriales que se desapeguen de sus siglas y se armen de coraje para reivindicar, a los suyos, donde corresponda. No es cuestión de lanzar dardos a la administración de enfrente donde manden otros, sino de cada cual arrimar el hombro junto a los de su mismo color. Influir en el BOE y en el BOJA, que es donde se materializan los hechos traducidos en trenes, autovías, inversiones, industrias y ese larguísimo etcétera de lo que se le debe a Jaén. Otorguemos el beneficio de la duda, vistámonos todos de jiennenses y démonos la oportunidad de creer que algo nuevo está empezando y se refrendará con hechos.
