Ante el endurecimiento de la ley antitabaco anunciado para este año, Jiménez insitió en que la función de su departamento es “informar de las consecuencias del tabaco”, causante de 55.000 muertes al año por consumo directo y entre 1.500 y 3.000 de forma indirecta, y “preservar la salud de los demás, con espacios libres de humo” y no prohibirlo definitivamente en una sociedad en la que este producto está completamente integrado.
Respecto al sector de la hostelería y las opiniones de quellos que aseguran que con la nueva ley se producirán cierres de bares y restaurantes, la ministra reconoció que en otros países de Europa se introdujeron reformas similares y “no se produjo el cierre de ningun establecimiento”. Es más, señaló “estos mismos señores tomaban las mismas previsiones en 2005 —cuando se aprobaba la actual ley— y a los seis meses de su entrada en vigor aumentaba el número de establecimientos”.
“Lo que hace la gente es fumar menos”, aseguró la titular del ramo, insistiendo en que “la gente no deja de acudir a los establecimientos porque se prohiba fumar, es más, a casi todos les apetece estar en un ambiente más salubre, donde puedan llevar a sus hijos y disfrutar sin tener la presión del humo ambiental”.
Además, afirmó que Sanidad ha localizado unos 4.000 locales que hicieron algún tipo de reforma con la actual ley, con una inversión de entre 8.000 y 12.000 euros de media, y cuando comprueben “si está amortizada cinco años después” estudiarán si se toma alguna medida al respecto con estos locales. Su intención, reconoció, es que sea “una norma con el máximo consenso y teniendo en cuenta todas las circunstancias”.
En cuanto a la financiación del tratamiento de deshabituación tabáquico, Jiménez explicó que su departamento también está evaluando la eficacia de los actuales tratamientos farmacológicos para dejar de fumar y, además, ya hay algunas comunidades realizando ensayos con aquellos fumadores considerados “grandes dependientes”.
Por otro lado, en relación con un documento de Sanidad sobre la futura ley de Salud Sexual y Reproductiva, Jiménez aseguró que tratan de establecer un “marco teórico” con opiniones de expertos en planificación sexual, sexualidad, reproducción, encuestas a nivel europeo y nacional, que posteriormente servirán para elaborar el documento normativo.
“Nosotros ofrecemos la información y la formación, y luego que cada uno después haga lo que le da la gana”, reconoció Jiménez, puntualizando que la mención del ‘cibersexo’ como método para prevenir enfermedades de transmisión sexual “no es una opinión del Ministerio, sino que son de encuestas que reflejan la opinión de la ciudadanía”.