Según informó ayer el Acuario de Gijón, que se ha hecho cargo del animal, éste fue pescado el miércoles, por la tarde por Ovidio y Enzo, los tripulantes del pesquero Mar Abierto, quienes tras varias horas con el aparejo largado al recogerlo hallaron al ejemplar moribundo.
Los pescadores practicaban el trasmallo (arte de pesca con redes superpuestas) a unos 8 metros de profundidad en la bahía de San Lorenzo de Gijón, a la altura del Mayán de Tierra, y llamaron al Acuario al encontrarse con una especie desconocida para ellos.
El Acuario de Gijón y el Centro de Experimentación Pesquera comprobaron que se trataba de un esturión atlántico (“acipenser sturio”), cuya última referencia histórica en Asturias databa de 1976 y en el Cantábrico, de 1988.
Es una especie con el máximo grado de protección a nivel mundial y cuya comercialización está totalmente prohibida.
La aparición de un ejemplar de esta especie es “un hito a nivel científico”