Según un informe del Gobierno alemán enviado a la Comisión Europea (CE) el 6 de enero, en el tejido adiposo de tres aves analizadas se ha localizado una tasa de dioxinas de 4,99 picogramos por gramo.
La tasa de dioxinas tolerada es de 2 picogramos por gramo.
La contaminación por dioxinas a través de piensos animales, que ha obligado al cierre de 4.700 granjas en Alemania, alcanza ya a varios países europeos, entre ellos el Reino Unido, Holanda y Eslovaquia, mientras la CE estudia medidas para evitar las grasas no comestibles en los alimentos.
Fuentes del Ministerio alemán de Agricultura informaron ayer de que ya son 4.700 las explotaciones avícolas y porcinas clausuradas por alimentar a sus animales con piensos contaminados con dioxinas.
Las fuentes destacaron que en la mayoría de los casos se trata de granjas porcinas, a las que se ha prohibido sacrificar a los animales y comercializar su carne hasta que se certifique que su consumo resulta absolutamente inocuo.