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Miércoles 06/11/2024
 

Cádiz

El “desafortunado” nombre del fracaso escolar

La tasa del 32,5 por ciento de abandono escolar temprano en Andalucía supera en seis puntos a la media nacional, y duplica ampliamente el promedio de la Unión Europea. Los datos de la provincia de Cádiz no han sido facilitados por la Consejería de Educación.

Andaluc�a Informaci�n
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  • El sistema educativo andaluz escolarizó en la provincia este curso a un total de 280.916 alumnos. -

"Decía Oscar Wilde que para hacer hombres buenos es preciso hacer niños felices, y un niño o un adolescente que tiene dificultades escolares no puede ser muy feliz” . Una frase que ha sido rescatada esta semana por el presidente de la Flampa-Gades de la capital, José Guillén Herrero, ya que el tema que nos ocupa en este reportaje es: el fracaso escolar o el abandono escolar prematuro.

Los datos superan con creces a la media de la Unión Europea. Ya que la tasa de abandono escolar temprano en Andalucía es la mayor de todas las comunidades. Aunque también es verdad que el porcentaje ha bajado, ya que en 2008 era el 38,5% pasando al 32,5 por ciento en 2011. A pesar de ello, la tasa de abandono escolar en esta región supera en seis puntos a la media nacional y duplica de forma considerable el promedio de la Unión Europea.

¿Y en la provincia?. Una respuesta que no ha sido facilitada por la consejería de Educación de la Junta de Andalucía.

Según ha podido saber este medio, fuentes de la delegación provincial de Educación señalan que “nunca dan esos porcentajes, ya sea para Cádiz o para cualquier otra de las restantes provincias de esta comunidad”.

Desde Flampa-Gades argumentan que el sistema escolar es “abierto y como tal interacciona con su entorno y de él recibe los objetivos, los valores, los contenidos y los recursos”. “El fracaso escolar, de tan desafortunado nombre, es y seguirá siendo un tema recurrente porque el sistema está diseñado para que tenga lugar éxito o fracaso. Calificar con el mismo nivel a todos los alumnos es una injusticia” apunta Guillén, añadiendo que “el fracaso escolar nace de convertir los exámenes en sanción social y no en acción pedagógica”.

En este sentido afirma que “nunca estaremos satisfechos, mientras que un solo niño o niña fracase dentro del sistema educativo. El último dato de fracaso escolar en Andalucía es del 30% en 2011, que supone un 10% menos que en el año anterior. Este descenso del fracaso escolar es positivo, se vuelve a producir un cambio de valores y es como la ley del péndulo de Foucalt, puesto que durante los años del boom inmobiliario el fracaso escolar ha sido mayor por el efecto de la llamada del ladrillo”.

La crisis y el fracaso escolar
Respecto si la crisis económica en la que estamos sumergidos afecta de una forma directa al fracaso escolar, desde Flampa Gades, a través de su presidente, señala que “la realidad es que la crisis económica traerá consigo algunos aspectos positivos, una remodelación de los valores de nuestra sociedad y un cambio de mentalidad, éste último provocado porque los ciudadanos empiezan a inculcar a sus hijos e hijas que es importante y necesario estudiar, formarse, estar preparados para el futuro -y el cambio del futuro se ha visto en los últimos años- y que la educación es un valor” señalando que “este cambio de mentalidad favorecerá la actitud de los niños y niñas que permitirá minorar las cifras de fracaso escolar, o así lo esperamos”.

Pero esta crisis también traerá “consecuencias negativas” para el sistema educativo, “puesto que los gobiernos no pueden ver la educación como un gasto sino como una inversión, la mejor inversión que puede hacer un Estado o una Comunidad Autónoma en el futuro de su sociedad, puesto que la educación no sólo abarca la obtención de títulos a través del aprendizaje, sino es la mejor forma de favorecer el desarrollo de la personalidad de nuestros menores, así como la mejor forma de asegurarse de que nuestros jóvenes será ciudadano democráticos, responsables y libres en el futuro” apunta Guillén.

“Por ello, los recortes y sobre todo la reforma de ley de Educación afectarán de forma considerable y muy negativamente elevando las cifras de fracaso escolar, pero no porque nuestros niños y niñas y jóvenes no quieran formarse, sino porque no puedan que aún peor” señala.

Datos y porcentajes
La tasa de abandono escolar temprano bajó en Andalucía del 38,5 por ciento en 2008 al 32,5 por ciento en 2011, pero dicho porcentaje es el mayor de las comunidades autónomas, según datos de 2011 de la encuesta de población activa publicados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Esta tasa del 32,5 por ciento de abandono escolar temprano en Andalucía supera en seis puntos a la media nacional y duplica ampliamente el promedio de la UE, cifrado para ese año en el 13,5 por ciento.

El abandono escolar temprano disminuyó en España del 31,9 al 26,5 por ciento en el plazo de tres años, pero se mantiene por encima del 30 por ciento, además de en Andalucía, en Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Murcia y La Rioja, así como en las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Este indicador mide la proporción de personas de entre 18 y 24 años que no se han titulado en FP ni Bachillerato ni siguen ningún tipo de formación.

La UE se ha propuesto reducirlo hasta el 10 por ciento en 2020 y España hasta el 15 por ciento, aunque hay dos autonomías que están ya por debajo de este nivel: Navarra (12 %) y País Vasco (13%), según estos datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte referidos a 2011.
Por debajo de la media nacional de ese año (26,5 %) se encuentran también Madrid (19,8 %), Galicia (20,8), Asturias (21,9 %),Cantabria (21,2), Aragón (22,7 %) y Cataluña (26 %).
Por el contrario, a la cabeza del abandono figuran Andalucía (32,5 %), seguida por Castilla-La Mancha (31,6 %), Canarias (31,5%), Baleares y Murcia (30,7 %) y La Rioja (30,2 %), además de Ceuta y Melilla (32,2 %).

A continuación se sitúan Extremadura (29 6%), Comunidad Valenciana (27,4 %) y Castilla y León (27,3).

La media española acumula tres años consecutivos de bajada de este indicador, después de alcanzar un pico del 31,9 % en 2008.

Y con alguna excepción, todas las comunidades han conseguido rebajar su tasa en este trienio, pero de manera dispar, en parte porque la situación previa de cada una de ellas también era diferente.

La divergencia territorial se aprecia, además, en que el índice autonómico de abandono escolar prematuro más alto (Andalucía) se acerca al triple del más bajo (Navarra).

Según algunas interpretaciones, la crisis económica hace que el sistema educativo retenga a más alumnos y recupere a otros con formación escasa que dejaron los libros durante la bonanza económica atraídos por un mercado laboral que animaban la construcción y el turismo.

Como muestra de este cambio, se menciona una subida de matriculaciones de FP en los últimos tiempos.

No obstante, la tasa conjunta de alumnos españoles que abandonan las clases definitivamente al terminar la secundaria obligatoria sigue siendo el doble de la europea.
En 2011, la media de toda la UE era del 13,5 %, con los extremos estadísticos situados en Malta (33,5 %) y Eslovenia (4,2 %); Portugal tenía 23,2 %; Italia, 18,2 %; Grecia, 13,1 %; y Alemania,11,5 %.

Costes del fracaso escolar
Por otra parte,  al inicio de este curso, el BBVA Research  presentó el primer informe del Observatorio sobre Capital Humano, que analiza la rentabilidad privada y fiscal de la educación en España. Los resultados de este estudio reflejan que la mayor parte de los ciclos de la enseñanza no obligatoria ofrecen rentabilidades atractivas para los alumnos, además de generar sustanciosos ingresos tributarios a lo largo de la vida laboral del individuo. Asimismo, se concluye que el fracaso escolar incide muy negativamente sobre los beneficios, tanto privados como fiscales, de la educación.

El informe “La rentabilidad privada y fiscal de la educación en España”, del Observatorio sobre Capital Humano en España de BBVA Research y elaborado por Ángel de la Fuente (científico titular del Instituto de Análisis Económico del CSIC) y Juan Francisco Jimeno (jefe de la división de Investigación del Banco de España), señala que uno de los resultados más llamativos del estudio tiene que ver con el enorme impacto del fracaso escolar sobre los rendimientos privados y fiscales de la educación. Las repeticiones de curso y el abandono escolar aumentan entre un 30% y un 63% el tiempo necesario para aprobar un curso académico, con el consiguiente aumento de los costes educativos.

Tal y como se constata en el informe, “el efecto de tan importante sobrecoste sobre las rentabilidades privadas y fiscales de la educación es enorme”. El fracaso escolar reduce entre 2 y 4,5 puntos porcentuales la rentabilidad privada de la educación secundaria y de los estudios de grado universitario. Así, por ejemplo, mientras que la rentabilidad esperada de la FP I es del 9,1 % para los alumnos que completan el ciclo sin repetir curso, esta cifra se reduce hasta el 4,7% para el promedio de todos los estudiantes debido a la muy alta tasa de fracaso que hace que necesiten un promedio de 1,5 años de trabajo para completar con éxito un curso. Por tanto, los beneficios generados por un curso aprobado han de compararse con 1,5 veces los costes anuales del ciclo para calcular su rentabilidad. En este sentido, el estudio estima que “los costes explícitos e implícitos del fracaso escolar para el erario público, incluyendo el valor presente de la pérdida de ingresos tributarios futuros, suponen en promedio un 60% del gasto directo del sector público en el sistema educativo”.

Becas y ayudas, otro mecanismo para rebajar las tasas de abandono escolar

Desde el curso 2009/10 la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía realiza la gestión de las becas de los niveles posobligatorios no universitarios y las ayudas para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo de todos los niveles no universitarios. El curso pasado, se concedieron cerca de 20.000 becas, concretamente 19.978.

Otra iniciativa puesta en marcha en la pasado legislatura es la Beca 6000 que está dirigida a apoyar al alumnado perteneciente a las familias con rentas más modestas que termina la enseñanza obligatoria, con objeto de que pueda continuar sus estudios de bachillerato o formación profesional de grado medio, compensando la ausencia de ingresos por no estar realizando ninguna actividad laboral. Los beneficiarios perciben 6.000 euros anuales, a razón de 600 euros/mes desde septiembre hasta junio, siempre que su rendimiento académico sea adecuado.
Desdes que se implantó la Beca 6000, en el curso 2009/10 se han beneficiado un total de 3005 alumnos [esta cifra no incluye las becas que se han concedido en el presente curso 2012/13]. Desglosando por años, en el curso 2009/10 se concedieron 567 Becas 6000, el curso 2010/11 un total de 1.093 y el pasado curso, 2011/12 1.345 becas.

Solamente en los dos primeros cursos desde la puesta en marcha de esta beca, el 72% del alumnado titulado tiene una nota media de notable o sobresaliente.

Igualmente, con el objetivo específico de disminuir las tasas de abandono educativo temprano, se puso en marcha la Beca Andalucía Segunda oportunidad en el  curso escolar 2011/12, mediante la convocatoria de 3.000 becas de 400 euros mensuales para jóvenes de entre 18 y 24 años que estén en el paro y con cargas familiares, entre los meses de septiembre a junio (4.000 euros anuales). El objetivo es que estos jóvenes completen los estudios que dejaron en su día, obtengan una titulación de educación secundaria obligatoria o posobligatoria y, en consecuencia, tengan más opciones de encontrar un empleo.

Cabe recordar, que al inicio del curso, en un contexto marcado por las “graves dificultades económicas” y los "recortes impuestos por el gobierno central”, la Consejería de Educación asegura que “prioriza” también las medidas de apoyo a las familias andaluzas.

Entre estas medidas se cuenta el mantenimiento del programa de gratuidad de libros de texto, del que se benefician en la provincia de Cádiz un total de 140.133 alumnos y alumnas de Enseñanzas Primaria y Secundaria de los centros sostenidos con fondos públicos.  A este programa se suman otras iniciativas como el mantenimiento de los servicios complementarios (aulas matinales, comedores escolares, etcétera), las escuelas infantiles y las bonificaciones que en todos estos servicios tienen las familias.

Prevención, seguimiento y control del absentismo escolar

La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía desarrolla un número “importante” de programas de dirigidos a “compensar las desigualdades” en la educación y a atender específicamente al alumnado que presenta mayores dificultades en el aprendizaje y la integración en el sistema educativo.

Entre ellos podemos destacar los Planes de compensación educativa. Por ejemplo, durante los cuatro cursos de la pasada legislatura la Consejería de Educación desarrolló Planes de Compensación Educativa en 62 centros docentes sostenidos con fondos públicos, 59 públicos y 3 concertados. Dichos centros cuentan en el curso 2011/12 con 67 profesores y profesoras adicionales para tareas de apoyo al alumnado y con una dotación de recursos económicos extraordinarios que supera los 500.000 euros.

Dado que uno de los objetivos fundamentales de la Consejería de Educación es “la lucha contra el fracaso escolar”, se desarrollan diferentes programas para la mejora de los rendimientos escolares del alumnado. Entre ellos destaca el programa de acompañamiento escolar y académico, destinado a mejorar el rendimiento escolar, la integración social y las expectativas escolares del alumnado escolarizado en el tercer ciclo de educación primaria y en los tres primeros cursos de educación secundaria obligatoria  con dificultades en el aprendizaje o en situación de desventaja socioeducativa,  que se desarrolla en 198 centros docentes, 133de educación primaria y 65 de educación secundaria, y se imparte durante cuatro horas, dos días a la semana y en horario de tarde.

Por lo que se refiere a la prevención, seguimiento y control del absentismo escolar, la Consejería de Educación suscribe regularmente convenios con entidades locales y mancomunidades.
En los últimos cinco años se han firmado más de 20 convenios con esas entidades, por un montante global superior a los 750.000 euros€, y más de 40 convenios con entidades sin fines de lucro por valor de 606.206  euros.

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