La Guardia Civil ha desarticulado, en colaboración con la Gendarmería Real de Marruecos, una organización criminal que operaba en Cádiz dedicada a introducir hachís en España desde Marruecos mediante el uso de avionetas y ha detenido a sus veinte integrantes.

   Según informa el Instituto Armado en un comunicado, dentro de la denominada 'Operación Aterriza' se han incautado 240 kilos de hachís, así como cuatro avionetas, 23 vehículos, siete motocicletas, dos motos de agua, dos embarcaciones, 40.000 euros en efectivo y dos armas cortas simuladas.

   La investigación de la Benemérita se inició ante las sospechas sobre la existencia de una organización criminal que se dedicaba a introducir hachís desde Marruecos, que llevó a un intercambio de información con la Gendarmería Real Marroquí que desveló coincidencias con un accidente de avioneta ocurrido en el país vecino.

   Según la Guardia Civil, la droga era recogida en la zona entre Tánger y Larache (Marruecos) e introducida en aeronaves que partían desde aeródromos españoles a horas nocturnas o durante las primeras luces del alba para evitar ser detectadas.

   Además, carecían de los planes de vuelo, volaban a baja altura para eludir los radares y no activaban los 'transponder' para dificultar su localización. Una vez de vuelta y tras haber entregado la mercancía, trasladaban las avionetas hasta aeródromos privados con escaso tráfico aéreo o fincas privadas, para evitar que fueran identificadas.

AERONAVES VERSÁTILES CAPACES DE TOMAR TIERRA EN CUALQUIER LUGAR

   Los narcotraficantes contaban con la ayuda de personal de los aeródromos, que preparaban las aeronaves poniéndolas a punto e incluso calentándolas previamente. Una vez en vuelo, se dirigían a un punto predeterminado para cargar la droga en Marruecos, desde donde volvían para posteriormente tomar tierra en otro punto diferente al de partida, normalmente fincas forestales o sembrados.

   La investigación ha permitido acreditar que la red utilizaba avionetas tipo "Cessna" que, por su versatilidad pueden tomar tierra prácticamente en cualquier lugar, sin necesidad de una pista de aterrizaje asfaltada. En la zona de aterrizaje descargaban el material y tras cargarlo en vehículos todoterreno, ocultaban la aeronave en los hangares de los aeródromos.

   En la madrugada del 14 de junio, dos aeronaves partieron desde un aeródromo de Cádiz hacia Marruecos con la intención de cargar droga y regresar a la zona sur de la Península para alijarla, por lo que se avisó a la Gendarmería marroquí. La Guardia Civil localizó las dos avionetas cuando regresaban a la Península, pudiendo interceptar a una e identificar a otra que huyó merced a "maniobras arriesgadas" de su piloto.

   En la zona de la intercepción de la primera aeronave se incautaron 240 kilos de hachís y se detuvo a tres personas. La información obtenida de esta primera actuación fue trasladada a Marruecos y permitió la detención de otros dos ciudadanos españoles que se habían trasladado a Marruecos para coordinar la carga de la droga.

   Posteriormente, los agentes de la Guardia Civil junto con un oficial de la Gendarmería Real Marroquí registraron 12 domicilios en la provincia de Cádiz, donde detuvieron a 11 personas de nacionalidad española. Asimismo, se interceptaron tres avionetas más, entre ellas la que en un primer momento consiguió escapar.

   Entre los efectos intervenidos en la operación figuran cuatro avionetas, 240 kilogramos de hachís, 23 turismos, siete motocicletas, dos motos de agua, dos embarcaciones, 40.000 euros en efectivo y dos armas cortas simuladas, además de teléfonos móviles, material informático y abundante documentación.

   En la operación han participado agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz en colaboración con la Gendarmería Real marroquí.